30 septiembre, 2005

Germen del deseo

Te ruego me disculpes
pero hoy te necesito
y no quiero incomodarte
pero verte me es urgente.
Mi piel clama por la tuya
y mis sombras por tu maravilla.
Fuertes abrazos, dulces caricias
quiero
y perderme en tus ojos
cuando entro a tu cuerpo.
Hacer de nuestro sexo
aguacero
para regar el germen del deseo
y que crezca el brote
de un amor completo.
Te ruego me disculpes
por incomodarte
y no me mires de reojo
que mis sueños son muy fuertes
y están atados a la suerte
de tu antojo.

Un mes

Un mes de alegrías compartidas,
un mes desde esas
primeras flores perdidas.
El tiempo poco dice
y tantas cicatrices abolidas
en treinta días
son el mejor signo
de este amor digno
de recuerdos.
Un mes de descubrirnos,
hambrientos corazones
que inventan mil razones
para ser felices.

Fiera

No quiero domesticarte,
fiera.
sólo pretendo ser inmune
a tus garras.
Pasar por tu furia indemne
como un fantasma,
soplo de aire,
luz de la mañana.
Quiero saber
que tu saña no me daña,
que tu fuego abriga
y me perdona del incendio
y tu amor me guarda.
Te quiero tan salvaje
como siempre,
con todo tu peligro
siempre inminente,
pero mientras teme la gente
a tus fauces y tus uñas,
yo besaré y abrazaré
tu furia, tu ira
y tu dulzura.

29 septiembre, 2005

Mis hados del destino

Cada noche a tu lado
mis hados del destino
me quieren más contigo.
Cada noche con estrellas
se hace tormenta en tu cama
y a la siguiente mañana
sólo depojos del naufragio.
Y desesperado en medio del océano
me aferro a tu cuerpo
para salvar mi alma.
Es tan caprichosa la vida a veces
que quiero entonces
más tormentas y más naufragios.
Quiero ver en el diario
de mañana como última noticia
que he muerto y resucitado
y que me ha rescatado
tu sonrisa.

28 septiembre, 2005

El sol en tu cabello


Queda bien el sol
enredado en tu cabello
y un rayo amoroso
baja a tus hombros
mientras besa tu cuello
y se encandila en la luz
de tu cuerpo.
Debiera pintarte en un lienzo
coronada de luces
por fuera y por dentro.
Una imagen tan potente
que a amar persuade
y si ya no te amara
rendido a tu gloria de embrujo
y con lujo de detalles
me confesaría tuyo
pase lo que pase.

El cenicero

Compartimos en la cama
el mismo cenicero
y los cigarrillos
dulces en la boca
nos evocan
las delicias de los cuerpos.
Fumamos satisfechos
juntando ganas
y más ganas.
cada vez que
tragamos humo
la calma se consume
y en le aire hay un perfume
que anuncia más tormenta.
El cenicero
en el medio de la cama
es todo lo que separa
nuestros sexos.
Son dos minutos y medio
de descanso y de deseo
en el festejo del encuentro.

27 septiembre, 2005

Poema para que te quedes conmigo

Quiero escribirte un poema
para que te quedes conmigo.
Quiero que mis versos
sean tu abrigo
en el invierno
y tu flor en primavera.
Quiero verte sincera
y segura
y que la victoria
de mi amor corone
esta historia.
Que mis miradas
sean elocuentes
signos de mi alma urgente
que solo quiere amarte.
Quiero que me des permiso
para intentar enamorarte
sin temer tu rechazo.
Quiero que los flechazos
del caprichoso Cupido
te den tupido
en el medio del pecho.
Quiero en tu lecho
despertar cada mañana
y no ir de tu cama a mi cama
como visita inesperada.
Quiero que en mi mañana
te pueda llamar amada
sin ver tu sobresalto.
Quiero un día hacer un alto
y ver que estás conmigo.

Inesperado y pasajero

Siempre me decís
de la volatilidad
de la vida,
del inasible futuro
y lo tonto de hacer planes.
Siempre me decís
del amor que nace
y que indefectible muere
y de como se sostiene
tu vida
a base de presente.
Y yo soy tan extraño
que no entiendo
como tanto amor
y tanta gana
pueden darte miedo.
Y de puro ciego
aparto mis temores
y necio
me empecino más
en la alegría.
No quiero
que te escapes
de mí todavía,
ni mañana
ni pasado
y que las malas
experiencias sufridas
se hagan un humo
tan liviano
que el roce de mi mano
baste para borrarlo.
Y para derrotar
toda sospecha
de mentiras y de fraude
te ruego dejes tu mente
por un segundo
y en lo profundo
de tu espíritu
buscá el amor y la confianza.
Y si eso te es imposible
dejá a tu corazón libre
y seguilo donde vaya
que si no viene a mi lado
me haré a un costado
y te quedará de mí
el recuerdo
de un amor de contrabando,
inesperado y pasajero.

Yo te amé

Yo te amé,
yo no te quise
y fuiste vos
que no pudiste
creer en mis palabras.
Yo tampoco pude
hacer tuyas mis ganas.
Y mis afanes y promesas
se quedaron muertas
y sin dueña.
No pudimos amar
al mismo tiempo,
el miedo pudo más
que la esperanza.
Y ahora no me alcanzan
todas mis lágrimas
para llorar tu recuerdo.
No pudo ser la maravilla
y mi semilla
se pudre
en tu suelo yermo.

26 septiembre, 2005

Semana de días viernes

Hagamos juntos
toda una semana
de días viernes
que es cuando empieza
nuestro estar juntos.
Que todas las noches
sean las primeras
y que la última
se encuentre lejos.
Hagamos juntos
una semana nuestra
donde la primavera
viva y sienta envidia
del renacimiento
de nuestros corazones.
Hagamos de los días maravillas
dignas de recuerdo.
Y que en ambos cuerpos
queden huellas del encuentro.

Poema pedante dictado en sueños

Como candiles tus ojos
alumbran mi noche oscura
y cede la locura
frente a tu mirada.
Es que hay tantas ganas,
tanta esperanza acumulada
que contagia y tranquiliza,
desdice miedos,
desautoriza corazones pusilánimes
y de lo exámine hace vida.
Y la precaria pantomima
del cobarde
arde y sus cenizas
se pierden en el viento.
Esa es la fuerza de tu aliento
y el aliento de mi vida.

Me pregunto

Me pregunto ahora
si tu historia tan terrible
y dolorosa
te sigue mordiendo los talones.
Si hay una esperanza
que traza nuevos derroteros.
Si tus fantasmas
te amenazan
o huyen en bandada.
Me pregunto
si creés más en mis palabras
y que mis intenciones
no son tan descabelladas.
Si la alegría
te acompaña a casa
cuando voy para la mía.
Y si tu plan maestro de vida
podrá ser un día nuestro
punto de partida.
Me pregunto
si todas las bellezas
que decís como al descuido
entre besos y copas de vino
vencerán tus miedos
y los míos.
Me pregunto
si tendremos fuerzas
para abrirnos un camino
para hacer el destino
a nuestro antojo.

Musa celosa

Musa celosa
no admites más poder
sobre las estrofas
que tus besos
y el aparente perverso
son de unos torpes versos
apenas dibujados
jaquearon tus sueños.
Pero al fin más pudo
el peso del amor puro,
la convicción profunda
de saberte amada.
Musa herida
tu poeta no te engaña,
su pluma y su alma
son todas tuyas.
Y acaso tus preguntas
no logren todas sus respuestas,
pero la funesta
sombra del olvido
hizo querido lo temido
y amado lo querido.
Musa ten confianza
que la loca esperanza
de tu alma
aún está encendida
y por cumplirse.

25 septiembre, 2005

Nubecita de tormenta (pequeño relato con moraleja y todo)

Una nube muy chiquita
se pensaba tan potente
que ella sola quería
ser terrible, ser tormenta,
ser tan negra y peligrosa
que temblara la vida misma
ante su presencia.
Una vez la nebecita
quiso ser atrevida,
dispuso su artillería
en contra de la alegría
y muy certera,
con fina puntería,
eligiendo cuidadosa
cada una de las cosas
letales que usaría
planificó el ataque
hasta el mínimo detalle
y esperó paciente
la ocasión precisa.
En un descuido impensado,
un disparate inesperado
vió su tiempo
y el plan malvado
puso en marcha.
Se supo tan importante,
tan desequilibrante
e inapelable
que el culpable pagaría
y su amada lloraría
la derrota.
No contó con el amor,
no contó con la magia
que obran las palabras,
pensó que era vacua,
mera galanura de poeta
de alma inquieta
cual veleta
a merced del primer viento.
Ella tan tormenta
quiso a su antojo dirigirla
y llevarla muy muy lejos.
Sería la dueña de la poesía
la mereciera o no,
eso no importa.
Ganaría la partida
y luciría la cabeza
de su enemiga en una pica
junto a la puerta de su casa.
Nunca pensó que el amor tan dicho
fuera tan enserio,
no supo que lo escrito
aparte de rimar
fuera verdadero.
El poeta y la musa
se amaron esa noche
más que siempre, más que nunca
y el calor de costumbre
se hizo valle, se hizo cumbre
y lo elusivo y vago
se hizo roble y montaña.
Y pasó la nube negra
absurda e impotente
y su paso casi indiferente
dejó luz en vez de sombras
y barrió todas las tinieblas.
La moraleja de esta historia
dice que la histeria,
la envidia y malevolencia
poco hacen ante la presencia
de un amor enserio.
De igual manera
creo que el poeta debiera
decirle muchas gracias
porque su desgracia
hizo a su musa más segura,
más abierta, más alerta
y toda la dulzura
que antes daba a cuentagotas
hoy es la primera
noche de lluvia de primavera
y están juntos
escuchando como cae afuera
y adentro todo es sonrisas.

22 septiembre, 2005

Sueño

Me acompaña tu perfume
al reino de los sueños
y mi alma se abandona
al murmullo cantarino
de tus senos
luego de haber
explorado tu cuerpo
con tanto esmero.
Rendido duermo
sumergido en tu pelo
y cuando no estamos juntos
me acomete el desvelo
pero la furia de tu gozo,
el fuego de tus besos
me acurrucan dulces
en tu blanco cuello.
Dormir y sólo dormir
yo quiero
despoblado de sueños
que las maravillas,
contigo,
las vivo despierto.

Apología de un tonto


Pequeñas dulzuras
(casi mezquinas)
voy a darte
y en dosis mínimas
tal vez no te empalaguen.
A veces lamento
que mi musa vuele tanto
y que mis sueños de poesía
en lugar de placer
causen espanto.
Mediré cada palabra,
cuidaré cada vocablo.
No quiero que te vayas
por hablar yo tanto
que puedo igual callado
gozar de tu presencia
y sin llegar a indiferencia
distraeré un poco
mis sentidos.
Acaso así te permita
ser más suelta
y más tranquila.
Me arrepiento de haberte
dicho todo lo dicho
y de invocar tanto futuro.
Siempre remontar
cuestas es duro
pero te hago la promesa
que ya no estarás inquieta
y que no serás invadida
por mis delirios de poeta.
Trataré de hacer tu estadía
más amable
y no insistir con porfía
en el error imperdonable
de perderme en fantasías
tontas y volátiles
que quiero bajar a tierra
para disfrutarte.

21 septiembre, 2005

Incendiaria

Incendiarias tus palabras
prometen noches de ensueño.
Voraces tus piernas
se abren a un goce sin dueño.
Y procaz tu boca
besa como loca
todo mi cuerpo.
Asisto al espectáculo
más tórrido del universo
prendido de tu cintura
y aferrado a tu pelo.
No quiero otra cosa de la vida
más que tu sexo
y toda razón esgrimida
me hace parecer necio
en los múltiples instantes
de tus orgasmos
y entre pasmos y espasmos
intento alcanzarte
siempre sin éxito,
siempre superado.
Bella mujer sabia de amores
a veces creo no ser merecedor
de tus tantos dones
pero derecho y sin derecho
voy erecto hacia tu cuerpo.

Intruso

En el mástil brillan
los fuegos de San Telmo
y esos fuegos fatuos
son toda la luz que tengo.
Cruzo los océanos
a capricho de tus vientos
y ya sin aliento
desmayo en el trayecto.
Tu voluntad impera
sobre todos mis sueños,
el paso del tiempo
obedece a tus relojes
y aunque tu ira destroce
las velas de mi nave
arribaré un día a tus costas
y tras riguroso exámen
acamparé en una playa
para que vayas donde vayas
esté mi presencia en tu recuerdo.
Intruso seré en tu vida,
un polizón inesperado
en el momento más impensado
de tu historia viva.
Un fantasma que recorre
toda tu geografía
y de sur a norte
iré plantando mis semillas
de amores irreconciliables
con tu actual filosofía
que los amores son pretéritos
y son lenta agonía.
Tal vez muera de hambre
antes de encontrar
donde alimentarme
o me hiele el frío
ya que no tendré otro abrigo
que mis ilusiones y fantasías
tan a trasmano como mi estadía
no deseada y malvenida.
Pero me aferro a la vida
y a sus oscuros designios.
No elijo el escenario
y a veces soy corsario
perdido tierra adentro.
Pero no dejo escapar mis sueños
por más difìciles que fueran
es que de ésta única manera
puedo vivir y sentirme vivo.
Así que disculpame
tanto inconveniente
que mi alma urgente
no conoce la merced
de hacerse la distraída
y mirar a una pared
cuando me roza la maravilla.

20 septiembre, 2005

Batalla

Exquisito placer
me causa tu piel
recorrida por mis dedos
y es tan extremo
que dejo mi cerebro
para concentrarme
en nuestros cuerpos
que se preparan
como para una batalla,
tus senos se inflaman,
mi sexo se agiganta
y entre ataques y defensas
los planes de guerra
se abandonan
y en la escaramuza
se rompen las lanzas
y nace la poesía.
Enemiga mía
todos nuestros encuentros
terminan en lo mismo.
Primero la lucha
y luego la dicha
dibujada en las sonrisas.

En el medio del camino

El secreto de mi insistencia
es la alegría,
el premio de mi esfuerzo
es tu sonrisa.
Todos mis afanes
conjuran penas y males.
Soy testarudo
porque el miedo
no me paraliza
y voy decidido
a buscarte
porque el río
está fuera de sus cauces
y las fauces
de la muerte me sonríen.
Quiero tu luz
para mis oscuridades.
Quiero olvidar males
y promesas incumplidas
de otras gentes,
de otras vidas
y de otras tragedias.
Quiero adentro tuyo
retozar mi dicha,
quiero conocer la rica
fuente de tu alma.
Quiero vencer dragones,
arpías y panteras
y que esta primavera
nos encuentre juntos
en el medio del camino.

Asesina de poemas

Esta noche quiero escribirte
el más bello poema
y me asaltan miles de ideas
que como fieras
muerden mis talones.
Mi musa se transforma
en sordomuda
y todas mis palabras
que atan tu cintura
a mi cariño
me traicionan,
me dejan con las ganas
y la frustrada poesía
se ríe de mí y mi chatura.
Ya no acuden soles
o crisoles de alquimista
en mi ayuda.
Esta noche de dudas
y de penas,
asesina de poemas
y de inspiraciones.
Esta noche quiero
escribirte y no puedo
y en lugar de rimas
sólo ofrezco miedo.

Artífice de tus lágrimas

No quiero ser
mero artífice
de tus lágrimas.
No quiero ver
mis rimas rodando
por tus mejillas.
No comprendo
como tanta vida
puede causarte
tanto daño.
No comprendo
(no puedo, no quiero)
como el dolor innecesario
contamine mi cariño.
Intento ser feliz
al lado tuyo,
intento tu contagio.
Intento convencerte
que todo presagio
es tan perverso como inútil,
que no conocemos agoreros
que adivinen el destino.
No quiero ser
quién te de tristezas
y que mi poca destreza
en las palabras
compliquen el mensaje
que todo lo que tengo
para el viaje
es puro presente
y muchas ganas
de darte las sonrisas
necesarias
para convencerte
de seguir juntos día a día.

Culpa

Todo es culpa
hasta cuando la culpa
no es nuestra.
Todo es culpa
y todo es miedo
en medio del abismo.

No te pido compromiso
no firmar papeles
que mañana pueden
ser pasto de los vientos.

Todo es culpa
si vence la derrota,
si el temor canta victoria
sobre nuestros cuerpos.

Todo es culpa,
miserias y tristeza
si cometemos la vileza
del suicidio.

No hay otro pecado
que el olvido.
No hay más crimen
que el miedo al cariño.

Dejá que los dioses del destino,
el azar o las ganas
te libren de fantasmas.

No hay más culpa
que la cobardía
cuando debemos
buscar la dicha.

19 septiembre, 2005

Todos tus minutos de espera

Resbala el tiempo
cuando estoy contigo,
patinan las horas
y en su demora
vuela mi amor.
Se convierte el mundo
en nada
cuando la luz
de tu ventana
anuncia el nuevo día
y la calle y mi vida
parecen escenografía
de la puesta
de tu cariño.

Soy un niño
y tengo miedo.
Soy un viejo bucanero.
Soy el valeroso ciego
que arde en tu fuego.
Soy a quién tu temor
maltrata
y al que tu amor
rescata luego.
Soy la senda oscura
del camino.
Soy un cuento chino,
una quimera.
Soy cualquiera
de tus miedos.
Soy el primero
que te escribió un poema.
Soy la presa
que pretende darte caza.
El que ayer conoció tu casa
y se quedó dormido.
Soy quién te sueña
en sueños
y quiere soñar despierto.
El que te asusta
y te atrapa.
Quién te mata
y te da vida.
Dueña del tiempo,
soy todos tus minutos
de espera.

La bella y graciosa moza

Va y viene la moza
con su carga a cuestas
y a cuestas su figura.
Y como un ángel de cambalache
entre mesas
bate sus alas
pobres de promesas
pero que derraman ganas.
Me pierdo como todos
en el deleite de su vista
sin pensar que su geografía
lleva mi memoria
que desea y sueña
a otro ángel, a otra dueña
de una parecida magia
pero que no me es lejana
e inalcanzable.
El paisaje de su talle
me remonta
a unas alas que me besan
y no van de mesa en mesa,
que me abrazan,
me dicen cosas bellas
y que conmigo se quedan.

El momento preciso

Desando lentamente
las últimas semanas
y no encuentro exactamente
cuál fue la noche o la mañana
en la que comencé a quererte.
Intuyo que empezó
en realidad
antes de conocernos
cuando nuestro mundo
eran las palabras.
Y en interminables charlas
nos presentamos
nuestras almas.
Ayer en tu cama
me preguntaba
cuál fue el momento
preciso en el que
comencé a quererte
y no lo recordaba.

El hueco de tu costado

No sé si creo en el azar
o el azar se ha encaprichado
con nosotros.
No sé si resistirá
el tiempo y su paso
tanta maravilla.
Pero mientras exista
no voy a perder detalle
y anidaré en el valle
de tus senos.
Es ineludible
nuestro encuentro.
Y como resistirse
al capricho de los hados...
es que el hueco
de tu costado
tiene justo mi tamaño.

18 septiembre, 2005

Fin de semana

Gracias por tu abrazo
tan largo, tan cálido.
Gracias por tu abrazo
tan hondo y abrigado.
Por todos los sueños
que despiertan en mí
(aún los peligrosos)
Gracias por tu casa,
tus amigos y tu cama.
Gracias por tu gato
y por la luz de la mañana.
Gracias por huir
y luego volver esperanzada.
Gracias por este
fin de semana.

16 septiembre, 2005

Poema de Bettina V

Vos que sos creyente
pedile explicación a Dios.
Yo prefiero la razón
como asistente ante la duda
o como análisis postrero.
Me gustaría tener
todas las respuestas
a tus males,
me gustaría ser quién
te haga olvidar pesares.
Pero apenas soy yo mismo también,
el que duda, el herido
de viejos arañazos
y el temeroso.
Pero tengo alas,
mi alma es muy curiosa...
y pese a todo el peso
del dolor
aún tiene ganas de su vuelo.
Y aquí estoy
volando hacia tus brazos.

Poema de Bettina IV

Y la paz o el caos
(un poco)
están en nuestras manos.
Adornamos nuestra vida
con destinos y azares,
pero somo artífices
en cada paso dado
(u obviado).
No soy determinista,
no creo en dioses,
hados o demonios.
Creo en las ganas
y en el tiempo compartido
como herramientas
para nuestra dicha
o nuestra desgracia.
Ahora (un poco)
somos dos
y en nuestras manos
está nuestro camino.
Caminemos Betty,
sigamos caminando
que con la anuencia
de los dioses,
con los inefables
giros del azar,
o con nuestras ganas,
a algún lado iremos.
Yo que hablo siempre
de sueños y de futuros,
yo que te atosigo
con mañanas,
te digo hoy
que disfrutemos cada paso
porque siempre
puede ser el último.

Este cuento de amor


En mi alma
yo te llevo
cuando no estoy con vos.
De entrecasa
en mi ventana
me acompañas
para calmar mi soledad.
Y en la noche, encendida,
como un faro
para guiar mi piel.
Te doy todos mis poemas
como una canción
y se extravía
la voz de mi razón.
Y en cada instante y ocasión
me cuelgo de tu nombre,
Maravillosa invocación
a un sentimiento
sin pensamientos
que cuando camina
escucha campanas a su alrededor.
Si la magia no fuera impotente
y me siguieras al cueste
lo que cueste
que bello sería
éste cuento de amor.

Variaciones sobre un mismo tema IV

Aunque mi ceguera
te parezca desmesurada
y presurosa.
Al punto que están las cosas
entre nosotros espero
que fuera la postura más honesta.
Y que entre la duda y la entrega
olvides la primera
y entregues tu alma
al placer de mis caricias
que con tímida pericia
se dibujan en tu cuerpo.
Y lo cerrado se haga abierto
y lo temido, olvidado.
Que un amor de estreno
no puede cargar con viejos muertos
del pasado.

Variaciones sobre un mismo tema III

La primera vez
que escuché un te quiero
de tus labios
casi quedo sordomudo.
Fue salir el sol
detrás de la tormenta
y mi alma abierta
y dolorida
la única respuesta
que pudo darte
fue pedir que lo repitas.
Ahora tengo miedo
que el te quiero
fuera el testamento
de un amor
que ni vivo ni muerto
se debate diariamente
para ver si nace
o se queda en el intento.
Pero un te quiero
es un te quiero
pese a todo,
más viniendo de tus labios
y por honesto y justiciero
te lo agradezco
y te contesto
que yo también te quiero
.

Variaciones sobre un mismo tema II

Dulcísima mujer
si pudiera conseguir
tu placer
sería yo feliz
como un ángel en el cielo.
Si lograra mi desvelo
curar tu desengaño
dejaría de ser un extraño
y convertir nuestros corazones
en gemelos.
Si el amor de nuestras palabras
vibraran igual en nuestros cuerpos
las dudas
no me pondrían tan enfermo.
Es difícil ver mi consistencia
desdibujarse en incoherencias
por recordarte yo
a un viejo fantasma
del pasado que se hace mañana
y oscurece mi existencia.

Variaciones sobre un mismo tema I

Yo no sé como acostumbrarme
a tener el corazón a puro salto.
Siento en cada encuentro
el vértigo del miedo
de la despedida.
No sé si demoro tu partida
a fuerza de insistencia
o te quedás por cariño.
Y asustado como un niño
voy a vos con mi mejor sonrisa
y el corazón late a toda prisa
esperando las noticias
de tu inescrutable alma.
¿Cuándo terminarán las dudas?
¿Cuándo vendrá la calma?
Y saberte segura
y plácida a mi lado.

15 septiembre, 2005

Apunto de perderte

Estuve a punto de perderte,
vi el final casi inevitable
pero pude apenas retenerte
a fuerza de minúsculas caricias,
llanto contenido y mi cariño
aullando a tu alma
como lobo llorando por su luna.
Hoy tal vez falten poemas,
hoy tal vez la destreza
tenga sueño y adormecida
recuerde de anoche la fuerza,
la fiereza y la pureza
del desesperado amor
que nos quitamos
y luego devolvimos.
Me extravío navegando
en tus aromas
e imagino los míos
pegados a tu cuerpo.
Me pierdo en mis sentidos
rendidos y extraviados
por tanto laberinto.
De ahora en más
sigue el misterio del mañana
y el día a día no cambia,
pero ya me sé artífice
de tu sonrisa clara.

14 septiembre, 2005

Enteramente triste

La realidad es dura
para un poeta
que se pierde en tu cintura
y pretende que tu alma inquieta
anide entre sus brazos
sin pensar en plazos,
ganas o ilusiones
y en todas las razones
de tu mente y de tu alma
y de tu destino que clama
otros destinos.
Pero la lógica y la poesía
rara vez se dan la mano
y el poeta seguirá soñando
tu corazón volando
de aquí para allá
y al fin ese será
el fin del cuento.
No hostil, no cruento
pero enteramente triste.

Poema de Bettina III

Dejá mis tristezas ahora querida.
Dame alegría.
Dame tu alma exquisita
en forma de sonrisa
y de besos y dejá
que yo me ocupe de las caricias
y te envuelva para regalo
en dulces palabras.
Dejá que la maravilla
obre su portento.
Y dame los momentos
de los que hablás siempre.
Mostrame que el día a día
sin futuro
también puede ser alegre
Y que podemos vivir toda una vida
diá a día
y que el mañana
se ocupe de sus asuntos.

Invocación

Guarde la gloria del ocaso
y al abrigo de tus brazos
todo mi cariño.
Proteja la noche con estrellas
las más delicadas y bellas
de mis caricias.
Cuide el rojo amanecer
y evite el padecer
a cada beso mío.
Que ante tu primer suspiro
quiero tener siempre a mano
cariño, caricias y besos
y conjurar con eso
cualquier desvelo
que se cruce en tu camino.
Y la magia de mi vuelo
hacia tu nido
sea el sentido
común de los sentidos.

Voraz incendio

Encender todos tus sentidos
y en el voraz incendio
arrojarme de cabeza
y descubrir de a una
las destrezas
que podemos darnos,
querida.

Apretar tu cuerpo con el mío
y entre jadeos y suspiros
ir al torbellino del infierno
que si ése es el castigo,
pecaré las veces
que fueran necesarias
para asegurarme
tal destino
si voy contigo.
Y en el abundante despropósito
de las noches
hacer de tu placer
el propósito de mis días.

13 septiembre, 2005

Creéme

Creéme si te digo
que mi entrega es sincera
y que tal vez yo fuera primavera
luego del crudo invierno.

Creéme que la vida
para mí tampoco es fácil
y mi corazón frágil
también duda de promesas.

Creéme que la tragedia
y la comedia
me persiguen como fieras,
que tu cariño es mi refugio
y tus dudas mi condena.

Creéme que no todo
es artilugio
para atraparte en mis redes
y que no escapes nunca.

Creéme que yo también
tengo frío y mucho miedo
y que temo enserio
tu partida.

Creéme cuando digo
que te quiero.

Que no daría

Qué no daría
por tener la paciencia
y la sapiencia
para poder respetar
tus tiempos,
aguardar todos los días
crecimiento sin apuros.

Pero de si algo estoy seguro,
con toda mi prisa
(en contra de tus premisas),
es de ir paso a paso.

Quiero que mi abrazo
tengas siempre presente
y que puedas tolerar
mi corriente arrolladora
que clama por un ahora
pero de cara al mañana.

Quiero tu sonrisa clara
iluminando mi vida
y poder hacerte feliz
aún con tanto apremio
y tanta duda
que te causa mi conducta.

Quiero pese a mis defectos
merecer tu afecto
y toda tu hermosura.

Oraciones llenas de dudas

Pese a todas
tus previsiones
y oraciones
llenas de dudas.

Pese a que nunca
aludas
sentimientos
y cuides tus palabras
como si trataras
con abracadabras
y maldiciones.

Pese a tus condiciones
y tu cuidadoso esmero,
espero
que descubras
que dentro tuyo
también hay esperanzas
.

12 septiembre, 2005

Absoluto

Nada es absoluto
ni el tiempo siquiera
que nos sabe tan esquivo.
Cómo podemos pedir
certezas a la vida
si la mayoría de las veces
no sabemos quiénes somos.
Las palabras peligrosas,
las miradas inocentes
tal vez fueran dos carasde la misma cosa.
Todo es duda,
todo es inasible,
pero lo que hoy es imposible
mañana puede ser promesa.
Nadie conoce las sorpresas
que nos depara
la vuelta de la esquina.

A medida que se suceden los días

A medida que se suceden los días
todos mis poemas se irán embelleciendo.
A medida que se colmen las medidas
y el diálogo fecundo siga creciendo
y germinando semillas de sueños,
de ganas y quién sabe que otras cosas.
Y que renuncio a toda prosa
para amarte en versos.
A medida que se sucedan los días
quedarán atrás expectativas
que serán polvo del polvo del pasado
o glorioso futuro compartido.
A medida que se sucedan los encuentros
se liberarán de nuestros adentros
todas las ganas.
Han pasado pocas semanas,
nos hemos visto dos veces
pero la unión que crece
a lo largo y a lo ancho y se derrama
de nuetros corazones
hacen que mis sueños crezcan
pese a la cautela que desvela
cada uno de tus pasos.
Algún día nuestro abrazo
será más elocuente
que el más potente de tus besos.

La cuerda floja

Ante mí
la cuerda floja de tus besos.
Es el único camino
que se me ha dado
a recorrer hacia tu alma.
Voy ciego al destino
del cruce o la caída
funámbulo y necio
sin red y sin trapecio
y la banda abajo
suena a redoblantes.
El circense acto de mi vida
puso en mí la meta
de tu cuerpo y de tu sangre,
de tu alma, Bettina.

Mis secretos

Mis secretos no son malos,
mis secretos no son negros.
Mis secretos son ocultos
no por nocivos y malvados
sino por frágiles, delicados.
Mis secretos son mis ganas
de ir con vos hoy por hoy
hacia un mañana.
Mis secretos son mis sueños
de soñarte día a día
muchos años.
Mis secretos son palabras
que no me atrevo
a decirte todavía.
Mis secretos son mi alma triste
que se alegra
aún cuando te extraña.
Mis secretos son tan profundos
que engaño y desengaño
no los hielan.
No te diré ahora mis secretos
porque no es tiempo ni forma.
Ojalá que un día quieras
tomarte todo el tiempo
para intentar desentrañarlos
.

11 septiembre, 2005

Adiós sin palabras

Vamos de visita
por nuestras vidas,
estamos de paseo
y es como un juego
divertido y atrevido.
No sabemos nada
de nuestras cosas
más que algunos sueños
y el sueño compartido
de aquella noche
hermosa de vino.
La única promesa
es el perpetuo presente
y huir prestamente
cuando llegue la hora
sin excusas o demoras,
sin discursos.
Nosotros seremos mudos
y el adiós sin palabras.
Luego vendrán
los últimos versos,
las últimas lágrimas
y el olvido.

10 septiembre, 2005

Nuestro amor por las palabras

El roce poco a poco
se va hundiendo
en profundidades tales
que en principio
son insospechables.
Y bien no se sabe
de que se trata
hasta que los dedos
descubren ciegos
que distraídamente
un atenta alma
los condujo sabia
a ése toque.

Creí que seducía
con mis palabras
y luego vi sorprendido
que he sido seducido
por tus silencios.

Nuestras formas
de pensar las cosas
son algo distintas,
el amor por las palabras
bellas y provocativas,
como inermes herramientas,
cofres de tesoros
que hay que abrirlos
o peligros inminentes
que ora están ausentes
y ora explotan,
en vez de separarnos
nos fascinan.

Yo que soy tan quedo,
tan parco y aburrido,
contigo
abro la boca y me agiganto.
Soñando tu presencia
tomo la pluma
y en consecuencia
el genio se desata
y los versos vuelan libres
sólo por el ansia
de tenerte al lado mío.

Réquiem para un poema

Un poema ha muerto
entre mis manos
y de él sólo recuerdo
el sentimiento vago
de una vuelta a casa ajena.
Y decía que quería
llevar conmigo
tu imagen como presencia
para hacerme compañía.
Ha muerto en mis manos
el poema
ahora el más bello
por no ser jamás leído.
Ha partido, éstos versos
son sus exequias.
Y es casi un delirio
hablar de algo
que no ha existido
más que unos instantes.
Que frustrante es la muerte
apenas luego de haber nacido.
Que necio y egoísta soy
hay quién pierde un hijo
y sufre y pena.
Y yo lloro y lloro tanto
mi poema.

Confuso

Quiero sentirme confuso,
quiero estar perdido
y hacer difuso
todo mi edificio de certezas.
quiero sacar de mi cabeza
el implícito argumento
de final feliz y gozo eterno.
Quiero renunciar a oscuras
a toda cosa
que te haga sentir insegura
y que a mi me hunde
en tortuosas
sendas del pensamiento
que todo lo que acepto
como sabido
no son más que ganas mías
de no ver lo que no quiero
y vivir la fantasía
de mis ansias tan potentes
como sol del mediodía.
Quiero considerar tranquilo
que el capricho del destino
por ahí no me sonríe
y que tu intención
más honesta y buena
es para mi funesta
porque no implica
largo compromiso.
Quiero ser ecuánime,
quiero ser sabio
y pensar a ciencia cierta
si mis pasados desengaños
no afectaron mi entendimiento.
Quiero un sentimiento
compartido
y no intenciones contrapuestas
que por ahora siguen
un mismo camino
pero que la aurora del mañana
puede romper en mil pedazos.
Quiero en tu regazo
abandonar mi corazón
y en un abrazo
saber que el tuyo es mío
aunque fuera por un día
y sin promesa alguna.
E ignorando el fin del cuento
y cuán inerme o cruento
puede ser el perderte
a vos
que nunca fuiste mía.

Tus sueños de vino

Mientras sueñes
tus sueños de vino
conmigo al lado
me ocuparé minucioso
de hacer un inventario
de tus pecas y lunares.
Exploraré todos tus lugares
a mi antojo y pleno gozo.
Tu ebrio reposo
abrirá secretos caminos
para mis manos.
Y en algún rezongo dormido
me daré cuenta que estás viva
y que no recorro con mis dedos
una bella estatua ausente.
Te dejaré dormir desnuda
y dormiré yo en algún momento
para liberar la bestia.
Y dormido e inconsciente
seré yo inocente
cuando el hombre lobo
te despierte.

Poema de Bettina II


No te pido que me digas cosas...
o que me digas determinadas cosas
mejor dicho.
Te pido que sigas hablando conmigo
y animándote a ver si un futuro gozo
conmigo puede ser más completo.
Te pido que sigas ahí,
de maravillosa interlocutora
y de generosa alma
que comparte exploraciones.
Te pido lo que me das,
ni más ni menos...
Te pido tus oídos
(y otros intersticios, claro!)
para endulzártelos
con mis palabras peligrosas.
Te pido tus momentos,
te pido esas miradas.
Aún tus lágrimas emocionadas
te pido
que de tan bellas no son saladas.
Te pido nada más y nada menos
que el poder asistir a tus ganas.
Te pido una caricia cada tanto.
Te pido tus besos
tan hambrientos de besos.
Te pido tu sonrisa
y que sigas trasluciendo el alma.
Te pido que me dejes seguir
escribiéndote poemas
aún cuando deba hablar en prosa.
Te pido...

Otro sol (poema del soponcio)


Tengo ahora otro sol
que me pide explicaciones
y día a día emociones
plasmadas en poemas
y una a una mis penas
van desapareciendo.
Este sol nuevo
quema como toda estrella
Y no admite cobardías
ni querellas
y hay que jugarse la vida
a cada paso
para descansar en sus brazos,
acunarse en su regazo
y mirar al mundo desde el cielo.
Pedoname sol
por mi cruel engaño,
y ya lo sé,
volveré a vos
triste y cabizbajo,
pero quién me quita lo vivido,
quién le quita a mis manos
la sensación de su tacto.
Así que buenos días,
que nos veremos mañana.
Y con pena y con sorna
me preguntarás por ella
mi otra estrella,
la más querida.
Y no sé que te diré,
pero hoy es mía.

Pieza teatral


Casi imperceptibles
las caricias
tu tacto ponen a prueba.
Apenas en el límite
de lo audible,
palabras de amor
intentan lo imposible
por hacer sublime
tu embeleso.
Son el argumento.
Un impávido espejo
lejano y solitario
privado del reflejo
y jamás mirado
y una cama dominando
todo el horizonte.
Son el escenario.
El vago instante
de la entrega,
el fuego provocado
y contagioso,
el devenir del gozo
y los arrojos al abismo,
la danza cuerpo a cuerpo
de los cuerpos desnudos
y el estudio
de los tiempos y placeres
y ponerse por sí mismos
a sentir el otro ritmo
y hacerlo suyo.
Son el espectáculo.

Si fuera tan valiente

Si me animara
a correr el riesgo
de perderte
debiera callar,
no escribir más poemas.
Si fuera tan valiente
como digo
debiera enmudecer
y no llamarte.
Si realmente
estuviera preparado
al pase lo que pase
debiera dejarte ir
y no buscarte.
Pero si fuera tan valiente
y soportara toda consecuencia
con inacción y mutismo,
con indiferencia,
así todavía
no tentaré a la suerte,
no retaré a la muerte,
que si un día debes irte
mejor tarde que temprano.

Mi obra nocturna

Tantos poemas anoche
dejé escapar de mis manos,
tanta inspiración desoída,
tanto derroche.
Es que el punto de partida,
el nacimiento
estaba condenado
porque no puedo
vivir enamorado de la poesía
y dejar tu abrazo
para escribir el poema.
Sagas enteras de aventuras.
Te dije a media voz
y en la penumbra.
Y aunque el sol de hoy
me pregunta
por mis escritos de anoche,
yo le contesto quedamente
que mi obra nocturna
está en tu cuerpo
y en tu sueño,
en mi sopor
y tu agotamiento,
en mi amor y en tus dudas.

Sos

Sos un canto de sirena
y yo Odiseo navegante.
Sos pantera
y yo cazador desarmado.
Sos cuerda floja
y yo funámbulo cegado.
Sos la llama de la vela
y yo polilla.
Sos la soñadora
y yo tu sueño.
Sos la dueña y señora
del tiempo
y yo tan pasajero.
Sos el milagro
y yo el ateo.
Sos la dríade en su árbol
y yo sátiro asustado.
Sos las más bellas palabras
y yo torpe poeta.
Sos todas las letras
y yo analfabeto.
Sos la luz
y yo soy sombra.
Sos la mujer que asombra
al ser más descreído.
Soy el que ha crecido
por el simple hecho
de estar a tu lado.

Obran milagros

Parece que a veces
las palabras
obran milagros tan potentes
que la gente cae rendida
y lo que era fantasía
se hace realidades
y la realidad
se hace maravilla.
Y para quienes no aplauden
como expectadores,
para quienes son actores
del drama
que ha dejado de llorar
y ahora vuela.
Quienes de sus soledades
hicieron la comedia,
el cuento y la poesía
y honran la valentía
de un final sin garantía.
Para esa gente
es que la magia obra milagros.

Acaso tengas de mi

Acaso tengas de mí
una imagen
de hombre en calma,
pero lo que mi alma derrama
son ígneos torrentes
de una gana urgente
que se desangra
por asir la vida.

Acaso tengas de mí
una idea
de hombre de maneras
locas y suicidas.
pero es mi filosofía
la de encontrar un día
a mi amor verdadero
y voy tras ese sueño
con todo mi espíritu
y mi cuerpo.

Acaso tengas de mi
una imagen
de hombre confundido
y estuve tan perdido
que aún arrastro esa sombra,
pero lo que asombra
como crueles contradicciones
son mis intenciones
de no perder detalle
de la gente que transita
por la calle
para entre ella
descubrir a mi amada.

Acaso no sepas
lo que quiero,
pero yo desespero
por tu sonrisa.

El desvelo de tus noches

Es intrascendente
cuál fue el proceso de mi mente
y los tiempos de mi cuerpo
para saber que te quiero.

Es curioso
que deba convencerte
con ingentes argumentos
de algo que yo siento
tánto y tan profundo.

Es penoso y entristece
que tanto te cueste
abandonarte
y seguir el río y su corriente
que a un mar sonriente
te está llevando.

Necesito tu confianza
y que liberes la esperanza
para que alce vuelo
y que el desvelo
de tus noches
se te haga sueño
de vivir enamorada.

Mis sueños más osados

Mis inflamados versos,
mis caricias dibujadas
son las formas que tengo
de decirte mis ganas
y mis sueños
que entre ambos podemos
construis un mañana.
Yo sé que suena extraño,
sé que es extemporáneo,
pero a partir de tanto diálogo
y por el tacto de mis dedos
reconozco que no quiero
sino que crecer a tu lado.
Hacer una vida codo a codo
y en el recodo
del camino demorarnos
para vernos tan felices.
Sé que las perdices
se cazan día a día
y lo que hoy es un milagro
mañana puede ser tormento,
pero no temo al argumento
que todo siempre acaba
si puedo imaginar contigo,
acaso sin quererlo,
nuestra casa y nuestro hijo.

Castillo de Hierro

Quisiera escribirte
cada noche
para entregarte
cada mañana
en una hoja garabateada
un nuevo poema.
Que me inspiren
tu aliento y tu perfume
y las ruinas y el herrumbre
del castillo de hierro
hecho cenizas.
Al tocarte con mis besos
pueda luego hacerlos versos
para que perduren.
Y mi amor que entró
por tu ventana
se demore en tu cama
y ya no se vaya.

Coicidencias

Después de un día
de tanta coincidencia
quiero ver si coinciden
nuestros cuerpos
y encajan tan perfectos
como lo hacen nuestras almas.
Estudiarnos y medirnos
centímetro a centímetro
y en cada espasmo
y en cada gozo
aprender por sí mismos
como siente el otro.
Quiero ir hacia tu orgasmo
y darle con el mío
la bienvenida.
Quiero devorarte
y ser comido
y tras la furia del ataque
quedarme dormido
en tu piel despierta.
Quiero por una vez
que seas mía
y yo ser todo tuyo.
Quiero con orgullo
recordar al otro día
tu cara dormida y encendida
para que la despedida
sea breve y no asuste.
Quiero que te guste
y quieras repetirlo.
Quiero con sigilo
espiar tus bellos ojos
cuando poco a poco
o de sorpresa
bajes tus defensas
y en medio de la calma
y la tormenta
me digas muy suelta
yo te amo.
Quiero ver como aman
tus ansias y las mías
después de tantas palabras
y tanta poesía.

Cosas que no digo

No sabés las cosas
que no digo,
hay montones de ideas
que me guardo,
palabras, emociones
y dulces sensaciones
de vértigo y abandono.

Conozco tu renuencia
y me sabe a ausencia
dolorosa.
Me es dificultosa
la tarea
de verte hermosa
y verte tan remota.

Quiero dominarme,
esconder mis pensamientos
más profundos
y sólo me hundo
en tristes versos.
Se mezcla el mundo
de lo real y la fantasía.


Si fuera el dueño
de la vida y el destino
me abriría un ciego camino
hacia tu abrazo
y allí me quedaría.

Cuaderno borrador

¿Cuál será la tinta
que deba usar
para escribir
en tu piel
mis mejores poemas?
demorarme una y otra vez
en ciertos rincones
para luego recorrer
tus deliciosas extensiones.
Dibujar cada letra minuciosa
y en palabras peligrosas
celebrar tus abismos.
Inventaré el idioma
de mis versos
en el anverso
y el reverso de tu cuerpo
a medida que mi luma
levante olas y espuma
de tu océano secreto.
Una elegía a la vida,
un ebrio himno al desenfreno
y el alma que disfruta
el tacto pleno
e inaudito
de ser cuaderno
borrador de mi poesía.

A quién (me) corresponda

Luego de tanta sobrevida
y algún esbozo de partida
quiero abrazar la vida
pero en serio,
no el devenir
del alba y del ocaso
como cuenta regresiva
del paso a paso
de mis días.
Busco amor, busco alegría,
busco lo que un hombre
busca en tu sonrisa.
Quiero de vos
sólo tu abandono
al encuentro del destino
sin prisa y sin desvíos,
sin pruritos ni defensas,
sin juramentos.
sólo un poco de ganas suicidas
de querer y ser querida
sin temer al mañana
ni escapar por la ventana
si el asunto se pone serio.
No quiero más
que el compromiso y el misterio
del gozo compartido.

Serán como ése ayer

Debiera aprender
cuáles son los ejercicios
para el olvido
y cómo se vence la memoria
aún cuándo ésta duele.
Nunca quise perderte
aún cuándo te dejé ir
y cuán lejos te fuiste.
No entiendo porque añorar
algo que no ha existido,
tengo la impresión
que has partido
y nunca estuviste conmigo.
Sensaciones de extravío,
confusión de mente urgente
anhelante de tus besos,
sin reposo y sin respiro
suspiro tras suspiro
porque no te tuve ni tendré
y ni el hoy ni el mañana
serán como ése ayer.

Intermezzo

No sólo quiero tus besos
y mis manos
no se conforman
con el roce de tu cuerpo.
Necesito asir tu corazón,
beber tu alma,
respirar tu pelo
y en cada sonrisa
sentir una brisa
de pura alegría.
Aún sigo soñando
los mismos sueños
pero no quiero
un amor fugaz
y luego desengaños.
Voy ahora despacio
a tu encuentro.
Desconozco
el destino de estos versos
y felizmente ignoro
cuál será la meta.
Pero con todo mi arrojo
me arrojo a tu universo.
Ojalá que un día
dejemos tanta filosofía
y te pueda hablar de amores.
Mientras tanto me demoro
intentando abolir dolores
y disipando los fantasmas
de nuestras soledades.

Luna de regalo

Me resulta
harto laboriosa la tarea
de tejerte una luna
con palabras,
porque decir encantadora,
luminosa, remota
pero llena de promesas
trae a mi cabeza
la certeza de tu imagen
y no la tibia cara del satélite.

Menguante luna.
Como mengua tu sollozo
con mis malabares
de locuras.

Luna nueva y oscura.
Como el día que dijiste
"no sé si estoy segura".

Creciente como el gozo
que me produce el reposo
del recuerdo de tus besos.

Y hacer una luna llena
me atormenta
porque tu alma está
apenas entreabierta,
muy poco dispuesta
a recibir gente extraña.

Me es más grato imaginarnos
mirando juntos una luna
que como ninguna
se cuela por la ventana
besando nuestra cama
y bañando tu cuerpo
con un fulgor que derraman
sólo vos y el universo.

Quise hacer una luna de regalo
y no he podido.
Es que mis palabras peligrosas
están vedadas a tus oídos
y en vez de luna tengo
sueños medio dormidos
puras fantasías de poeta
que tu alma inquieta
juzga traicioneras.

Poema casi sincero

No busco en vos promesas,
sos muy pájaro para pedir
que te quedes quieta.
¿Y por qué pensar
que yo pueda
ser tu amor eterno?
Tuyo solamente quiero
horas eternas de charla,
el placer de tu mirada
y jugar con mis dedos
enredando tu pelo.
Pero no soy tan etéreo,
tengo bastante sustancia
y la arrogancia de poeta.
Quiero conocerte inquieta,
para luego de arder
en tu fuego,
descansar en tu almohada.
No necesito enamorarte
para disfrutarte,
no es cuestión
de vida o muerte
para desear la suerte
de tu abrazo.
Pero el tiempo que es tirano
y acaso también escaso
me hace soñar
que en mi ocaso
aún te tenga.
No te alarmes por esos
absurdos sueños,
no quiero ser tu dueño,
sólo quiero merecerte.

El regreso de tus besos

¿Por qué tendrías
que mentirme?
Entre vos y yo
no hay compromisos,
sólo es preciso
que en los dos
existan ganas.
Pero si te parece
un desacierto,
muy complejo
o mucho desconcierto
con decirlo basta.
Tengo dos o tres ideas
rondando en mi cabeza
pero ni con toda mi destreza
en las palabras
alcanzaría para convencerte
de hacer cosas que no quieras.
Si necesitás o querés irte,
andate sin problemas.
que aquí estaré esperando
siempre el regreso de tus besos
y serás siempre bienvenida.

Soy una entelequia

Soy como un fantasma.
Soy un juego de palabras.
Soy un hombre inventado
en sueños de un durmiente
que al fin se ha despertado.
Soy un cuento inconcluso,
un iluso personaje de novela
que muere
ni bien comienza el libro.
soy como un ángel inasible,
un sueño imposible.
Soy errante alma.
Me es ajeno lo concreto.
Son todas mis hazañas
pretenciones sis sustento.
Soy ganas, puras ganas.
Soy un rey depuesto.
Soy un fraude, sólo sueños.
Soy nada más que nada.
Soy una entelequia.

Fábula de la sirena y el poeta

Había una vez
una mujer con cola de pez
que charlaba con un poeta
y entre el sol y las estrellas,
entre prosas y rimas
sus almas se hicieron amigas.

Él en su navío
y ella en sus rocas
hablaron del amor
y de las cosas
que felices los hacían.

Por supuesto,
tanto mar y tanta poesía
los llevaron al beso
y aligeraron el peso
de sus soledades.

No quisieron darse cuenta
que ambos eran presos
de sus mundos diversos,
distintos aunque no opuestos.

Una tarde el loco vate
llegó a la roca de su amada
y entre la sal y la espuma,
oculto entre la bruma
encontró un mensaje
de despedida que decía:
"ya basta, se acabó el sueño,
yo soy libre y sin dueño
y tú sólo un hombre
al que la muerte pisa los talones".

Inútil contar cada triza
y toda la ceniza
de sus pobres corazones.
Pero más vale que sepamos
que son imposibles ésas uniones
por los siglos de los siglos.

Lo extraño es que el poeta
después de tanta lágrima
sigue sonriendo
y dice que valió la pena
pese al sufrimiento.

De la sirena no se sabe mucho
aunque de tanto en tanto escucho
la historia que se dedicó
a escribir poemas
que canta luego
en medio del océano.

Poema de Bettina I

Tu mente atolondrada
ha contagiado a la mía
y llenó mi corazón de mariposas.
El azúcar regada,
las flores perdidas
y la pobre sobreviviente
condenada a la guía telefónica
son tus maravillas
que gozo y que cuido
en mi memoria.
La magia, la fuerza,
tu mirada y tu lengua
perviven en mí éste día.
Y floto en mi oficina
como en globo perdido
que quiso ser libre
y que se ha amarrado a tu cintura.
Ya ves,
despertaste toda mi loca
inspiración hoy
y no puedo hablar
sin ritmo y sin rimas.
Pudiera yo escribir un poema
hasta de los expedientes
de ingresos y egresos,
en memos y toda planilla.
Todavía no recuerdo
mi nombre completo,
sólo sé que ayer
nos dimos besos
y nos prometimos delicias.

Manos ciegas

Mis manos
cuando están contigo
tienen vida propia,
tienen pensamientos
y como idea fija
todo lo que quieren
es recorrer tu cuerpo.
En pleno reconocimiento
acampar en tu ombligo
para tener todo cerca
e ir de sur a norte
de tu cintura
y aprender tu figura
de memoria
y con esmero.
Quieren ser manos
que lean tu alma
al tacto, como ciegas,
quieren ser generosas
que entre espasmos
de gozo y de vida
retrasen tu partida.

Una noche de flores perdidas

En una noche
de flores perdidas
que en el descuido
del beso
volaron al viento,
la vida me da sueños
tan efímeros
que he de arder
en el fuego de tu abismo
y con un suspiro
entregar el alma
al frágil sino
de tus labios
que hoy están conmigo
y mañana es un misterio.

Bulle mi espíritu
bajo tu mirada
y la lógica naufraga
en promesas de delicias.
No sé muy bien que hacer
con mis palabras,
cómo decirlas,
cuándo callarlas
hoy que tengo tantas ganas
de proezas
y tu cuerpo urgente
me reclama,
amotina todo pensamiento
y los sentimientos
se confunden.

A veces de la confusión
y el caos
nacen los milagros.

Poema inmodesto

Los poetas
anuncian primaveras
que nunca llegan.
Y como si esto poco fuera
un amor de contrabando
te aborda
en el puerto de tu espera.
El frío de tu alma
se calienta,
la tibia brisa
trae miedos y promesas.
Sólo está en tus manos,
en tus ganas o desgano
que te encuentre el verano
vestida para fiesta
o seguir funesta
la senda del martirio
y en su delirio
perder el regalo
de la vida.

Condena

Cuento las noches
largas horas
de condena.
Cuento cada eslabón
de la cadena
e intento liberarme
o que el alba llegue
y será otro día
cumplido de pena.
Ingentes tareas
me aguardan
de vencer fantasmas
de historias pasadas
y miedos futuros,
como si ya no fuera
lo suficientemente duro
mi destino
que sino estuvieras
esperando ya hubiera
huído a otros sitios
más amables y propicios.

Pero ante toda
duda y certeza
te pregunto urgente:
¿Me esperás realmente
o son mis fantasías?

Lectura compartida

Agrada a mi mente
la idea
de leer juntos un libro.
Y en la lectura del uno
abandonarse la otra
para que en cada estrofa
vibre la voz y el poeta.

Repartir versos y besos,
sueños y deseos
y con esmero
entregarse al gozo
del alma y del cuerpo.

Agrada a mis sueños
oir tu voz como canto
de sirenas
y en plena odisea
robarte caricias
asesinas de penas.

No importan pesares,
no importan condenas,
que los personajes
de cuentos y novelas
leerán en nosotros
la historia completa
de una pródiga noche
de amores y poemas.

Camino entre nubes

Camino entre nubes
muy altas en el cielo,
vivo entre suspiros
colgado de mis sueños.

Ya sé que un día
deberé bajar a tierra
y enfrentarme a la verdad
por más duro que parezca.

Pero quizás la realidad
hoy me esboce una sonrisa
y hace tanto que no río
que la risa
se me hace sospechosa.

De igual manera
no soy tan necio
ni estoy tan herido
para esquivar la primavera
con todas sus promesas.

Y mi alma inquieta
que tanto te sueña
te busca con ahínco
buscando su destino
para intentar ambos
ser felices.

Poema de frío

Esta noche de frío
allá en lo alto
brillan estrellas
que friolentas tiritan
y alguna nube viajera
trae del sur promesas
de más frío y hastío.
Quiero abrazarte,
elocuente abrigo,
y quiero decirte
todos mis poemas
de amor al oído.
Asoma la primavera
siempre nueva
y quizás tus heridas
se disuelvan
como escarcha postrera.
Tus ansias revivan
y descubras sorprendida
que acaso
el amor te espera
aunque no creas estar lista.

Cuando nos encontremos

Acaso no sepa que decir,
acaso no haga falta
pronunciar palabras.
Tal vez basten
las miradas
para ver tu alma
y mi alma.
Puede ser también
una charla casual
como de gente al pasar.
Puede suceder
que no suceda bada,
o la magia triunfar
sobre la desesperanza.
De cualquier manera
tengo ganas,
quiero verte un día
(menjor mañana).
Si existen tantas dudas
lo mejor es despejarlas
que la vida ya
es bastante extraña
para encima complicarla
con miedos tan difusos
como fantasmas.

Escapate de mí (casi un bolero)

Escapate de mí
que todavía estás a tiempo,
aún podés huir
rauda como el viento
y salvar tu alma
y corazón
de este loco poeta
que sin derecho
y sin razón
intenta
atraparte mariposa
en versos y en prosas
y envolverte como araña.

Escapate de mí
que estás a tiempo
que no hay reclamos
ni garantía
cuando te des cuenta
un día
que empezás
a enamorarte.

Un poema de lluvia

Llueve
como si nunca
hubiera llovido.
Llueve
y tu imagen
se niega al olvido.
Perdoname si hoy te digo
que me dejes.
Yo te insto a partir,
no te quiero
más conmigo.
La lluvia
cae copiosa,
lava la calle
y mi alma ruinosa.
Pero tu fantasma
no me deja.
Ojalá
que el sol de mañana
entre por mi ventana
y te olvide.
Y pueda ver las cosas
que me aguardan
para mostrarme
que estoy vivo.

Poema innecesario

Sé que hay placer
de tu lado
en nuestros diálogos,
creo ver también ganas.
No me pidas, por favor,
discursos racionales
en mis poemas
porque los versos
son siempre irracionales,
apenas domesticados
por las manos
que los plasman.
Charlando puedo ser
coherente y precavido
y saber cómo y qué
al decir cosas.
Pero las poesías
suelen hablar
por sí mismas
como almas veraces,
como estrellas fugaces
que sueñan
sus propios sueños
y que tienen
su propio idioma.
Acaso debieras
acostumbrarte
a mis modos de poeta
y no sentirte inquieta
por mis rimas sospechosas,
que mi mente racional sabe
que un poco de poesía
no enamora.
De todos modos
es lo que mejor hago,
quizás lo único
bello y bueno
que puedo regalarte.
Leélas sin analizarlas tanto
que son sólo mensajes
de mi alma urgente,
pero mi lado coherente
te sabe lejos
(todavía).

Te toco

Yo te toco de algún modo,
te acaricio con palabras,
te rozo con mis versos.
Y si aún están ciegas
las yemas de mis dedos,
vírgenes de vos,
te imaginan en las letras.
Todavía ignoro
las formas de tu cuerpo,
tus sabores
y el color de tu pelo.
Pero tu alma la disfruto
y la bebo sorbo a sorbo.
No me siento solo
desde que te encontré
en medio de la gente
y ahora menos calmo
y más urgente
te dedico mis poemas.

El placer de compartir

El placer de compartir
anhelos,
la expectativa
de descubrir
nuestros deseos.
Vamos a imaginar
beso por beso.
Usemos las palabras
como puente al universo,
usemos las palabras
para vernos.
Asoma apenas
el gozo del encuentro,
mostremos al sol
todos los sueños.
El placer de compartir
cada momento,
el afán de traducir
un corazón ajeno.
De ahora en más
emprenderemos
el arte de cuidar
el fuego.

Tantas palabras

Hay tantas palabras
por delante,
tanto por recibir,
tanto para darte.
Cosas que ignoramos,
que nunca sospechamos
de nosotros
y de nuestras circunstancias.
Hay pocas cosas claras
y tantas y tan vagas.
Todo por saber
y tantas ganas.
Pero sólo el tiempo dirá
si el cálido placer
de tanta charla
se hará algo más
o se quedará en promesas
frustradas.
Pero con las dudas a cuestas
y si estás dispuesta,
un día como cualquiera,
sin una cita,
sin muchas vueltas,
quiero esperarte
en una esquina,
dejar toda expectativa
e ir al peligro
del encuentro.

Pantera

El tibio perfume
de tu alma
asoma inmune
entre filosas palabras.
Honduras y esperanzas
apenas ocultas
en tenues reproches
de noches tras noches
de charla.
Y promesas de entrega
y de dulzura
cuando me desangro
entre tus garras.
Cruel pantera
que ronroneas y asesinas
de igual manera,
con las mismas ganas.
Pero si es preciso
pagar con sangre
y con heridas
el privilegio de abrazarte,
acepto el precio gustoso
y en ofrenda
te doy mi vida.

Cicatrices

La felicidad
es una condición muy elusiva,
más que un estado es entelequia
propia del reino de los dioses
y nosotros como hombres
estamos condenados
a perseguir inalcanzables.

Al no poder tomar tu mano
no encuentro la alegría
y esa mano tuya libre
es tu sinónimo de risa.

No sé porque buscamos imposibles
como único horizonte.
No sé porque los humanos
debemos ser felices.

Es el misterio más enorme
de la filosofía
y la razón no puede darnos
ninguna garantía.

De todos modos vamos
tras éstos espejismos
y solo conseguimos
cicatrices.

A nada obliga mi poema

A nada obliga mi poema,
no ata ni pide explicaciones,
nomás le canta a las cosas
que no admiten dilaciones.
No quiero promesas
y suspiros
prefiero el peligro
de las buenas intenciones.
No temo ni prevengo
pero acaso la inocencia
no siempre esté conmigo.
Sólo es cuestión
que no te engañes,
no soy santo
o un asceta.
Soy un hombre urgente
y curioso, y poeta.
Pero tenelo por seguro,
no voy dónde no quieras.
A partir de ésto,
bienvenida.
Vamos a buscar secretos,
obviedades y quimeras.

Flor al viento

Volátil se insinúa
como una flor al viento,
como inocente primavera
apenas tibia
derritiendo nieves.

Basta el aleteo
de una mariposa
para que mis prosas
se hagan todas versos.
Y que estalle de nuevo
el universo
en perpetuo nacimiento.

Acaso también
baste una palabra
para hacer de mi búsqueda
tu encuentro.

Extrañar lo nuevo

Extrañar lo nuevo significa
extrañar todas las promesas
que traen implícitas
las cosas nuevas.
Sé que decir
te extraño ahora
es un despropósito
digno de poeta.
Y todas las piruetas
hoy me quedan cortas,
para decir lo que importa
debiera empezar de nuevo.
Digo que extraño
afrontar el peligro
de amor y desengaño
que conlleva tu presencia.
Digo que una charla
puede ser certera.
Y mis sueños guardan
tantas ansias
que un par de palabras atinadas
bastan para despertar
todos mis sueños.

Antojadizos versos

Comete la noche
el peor crimen,
trae el recuerdo
de una ausencia
que promete
ser perpetua.

Antojadizos versos
acuden a mi boca,
palabras de amor
que no diré nunca
porque eran sólo tuyas.

Curioso y esquivo
pensamiento
y los sentimientos
como campanadas
que doblan a muerto.
Antojadizos versos
acuden a mi boca,
poemas de amor
y de locura.
Y cuánta vida
tengo por delante
sumido en el sopor
de la amargura.

Elegía de las palabras

No siempre hay arco iris
después de la tormenta
y el alma que lamenta
pérdidas
no siempre encuentra luego.
Es tonto acusar
a las palabras
de ineficaces,
peligrosas y feroces
cuando son sólo instrumentos
y las herramientas son inermes.
El peligro es todo nuestro
y no nuestro lenguaje,
somos los que iniciamos el viaje
arduo y sin retorno
de mentiras y promesas.
Es como decirle
cruel a la espada
y sangrienta
cuando es nuestro brazo,
por lo tanto
nuestra mente,
quién la esgrime y acomete
y lacera y asesina.
Así mismo usamos
las palabras inocentes.