19 septiembre, 2005

La bella y graciosa moza

Va y viene la moza
con su carga a cuestas
y a cuestas su figura.
Y como un ángel de cambalache
entre mesas
bate sus alas
pobres de promesas
pero que derraman ganas.
Me pierdo como todos
en el deleite de su vista
sin pensar que su geografía
lleva mi memoria
que desea y sueña
a otro ángel, a otra dueña
de una parecida magia
pero que no me es lejana
e inalcanzable.
El paisaje de su talle
me remonta
a unas alas que me besan
y no van de mesa en mesa,
que me abrazan,
me dicen cosas bellas
y que conmigo se quedan.