16 septiembre, 2005

Variaciones sobre un mismo tema II

Dulcísima mujer
si pudiera conseguir
tu placer
sería yo feliz
como un ángel en el cielo.
Si lograra mi desvelo
curar tu desengaño
dejaría de ser un extraño
y convertir nuestros corazones
en gemelos.
Si el amor de nuestras palabras
vibraran igual en nuestros cuerpos
las dudas
no me pondrían tan enfermo.
Es difícil ver mi consistencia
desdibujarse en incoherencias
por recordarte yo
a un viejo fantasma
del pasado que se hace mañana
y oscurece mi existencia.