14 septiembre, 2005

Voraz incendio

Encender todos tus sentidos
y en el voraz incendio
arrojarme de cabeza
y descubrir de a una
las destrezas
que podemos darnos,
querida.

Apretar tu cuerpo con el mío
y entre jadeos y suspiros
ir al torbellino del infierno
que si ése es el castigo,
pecaré las veces
que fueran necesarias
para asegurarme
tal destino
si voy contigo.
Y en el abundante despropósito
de las noches
hacer de tu placer
el propósito de mis días.