11 septiembre, 2005

Adiós sin palabras

Vamos de visita
por nuestras vidas,
estamos de paseo
y es como un juego
divertido y atrevido.
No sabemos nada
de nuestras cosas
más que algunos sueños
y el sueño compartido
de aquella noche
hermosa de vino.
La única promesa
es el perpetuo presente
y huir prestamente
cuando llegue la hora
sin excusas o demoras,
sin discursos.
Nosotros seremos mudos
y el adiós sin palabras.
Luego vendrán
los últimos versos,
las últimas lágrimas
y el olvido.