12 septiembre, 2005

La cuerda floja

Ante mí
la cuerda floja de tus besos.
Es el único camino
que se me ha dado
a recorrer hacia tu alma.
Voy ciego al destino
del cruce o la caída
funámbulo y necio
sin red y sin trapecio
y la banda abajo
suena a redoblantes.
El circense acto de mi vida
puso en mí la meta
de tu cuerpo y de tu sangre,
de tu alma, Bettina.