28 febrero, 2006

La cuenta de los días

Dejá de consultar el almanaque
que la cuenta de los días
se equivoca,
que el tiempo es porfía
que a veces transcurre queda
y luego se desboca.
Dejá atrás las dudas
que el roce de mi boca
a lo largo de tu cuerpo
es el único instrumento
que mensura la locura
que se impone y enamora.
Dejá atrás las dilaciones,
sumergite en las emociones
del deseo,
que el deshielo
de tu alma es el tiempo
y su cuenta ya no importa.
Dejá los miedos tan lejos
que ya no puedas verlos.
Dale, que aquí estoy
y te espero.

27 febrero, 2006

Etéreas ansias

Hasta tus miedos
me dicen que me aman
y tus lágrimas derraman
esperanzas nuevas
con la extrañeza
que te causa la sorpresa
de sentirte enamorada.
En esta encrucijada
de poder ser libre
y estar sola
o vivir feliz acompañada
quiero que le preguntes a tu alma
si puede conservar sus alas
para compartir mi vuelo
hacia el feroz anhelo
de formar una familia.
Que tal vez la triste niña
que llora asustada
viera los mañanas
con mi misma sonrisa en la boca
en un gesto que invoca
a los duendes de la alegría
y las palabras juntos y familia
le suenen familiares
y sepa que dos mitades
se precisan
para hacer de etéreas ansias,
eternidades.

25 febrero, 2006

Un amor de poesía

El sueño y la razón
suelen discurrir distantes.
Es que el alma errante
se incomoda ante el mundo
y ni por un segundo
acepta las barreras
que a mí como a cualquiera
se me cierran en las narices.
Y las profundas cicatrices
a veces la entristecen,
pero está viva y crece
y siempre se las ingenia
para hacer de la tristeza
motivo de alegría.
Ahora que mi alma
encontró a su pareja,
ahora que la vida deja
un poco en paz a mi vida,
quiero hacer de estos días
una cosa interminable.
Y que mañana la historia hable
de la noche del encuentro
como el primer aliento
de un amor de poesía.

23 febrero, 2006

Vive Dios

Vive Dios
y está conmigo
cuando de regalo
me da el destino
de enamorarte.
Vive Dios
y en un instante
venció a la muerte
que era mi compañía.
Ahora que mi rutina
es solo acariciarte
y mi amor darte
todos los días
como si no hubiera mañanas.
Y mañana
empezar de cero
que lo nuevo
siempre es bueno
estrenarlo al alba.
Vive Dios
si en tu cama
despierto toda mi vida.

22 febrero, 2006

Tu futuro pensado con el mío

Es bello al fin encontrar
todo lo que he soñado
durante tanto tiempo,
todo lo que he intentado
una y otra vez alcanzar
sin éxito.
Lo que ya no pensaba cierto
ahora al alcance de las manos,
Lo remoto ahora habitado por nosotros
y ya olvidados los monstruos
antes tan crueles y terribles .
Es bello ver que se ha cumplido el deseo
y desear nuevos desafíos,
sentirme acompañado
en lugares antes imposibles.
Es bello ver tu futuro
pensado con el mío
y luego de tanto dolor dolido
ahora tanta dicha junta.
Es bueno que las preguntas
irresolubles tengan respuesta
y que las metas
sean compartidas.

21 febrero, 2006

Tu calmo ahínco

Te veo dormir
cansada del día
y en tu sueño
la dulce melancolía
por estar en mis brazos.
Te sé feliz
contra toda tu esperanza
y la dormida añoranza
de amor y alegría
se despierta en tu noche
sin pesadillas.
Te conozco ya bastante
para apenas tocarte
con las yemas de mis dedos
y hacer de tus recuerdos
negros y tristísimos
un futuro prístino
poblado de delicias.
Te escuché decir
que sos mía
con tu calmo ahínco
y ahora mi vida
más que nunca
te la dedico.

18 febrero, 2006

Te Ofrezco

Te ofrezco algo
que aún visto de cerca
siga pareciéndose a la eterna
felicidad.
Te ofrezco la continuidad
de mi abrazo
y la insólita certeza
de que tu belleza
me será bella años y años.
Te ofrezco todos los estadios
de la alegría
hasta que un buen día,
casi como cualquiera,
veas tu vida placentera
de tantos presentes sucedida.
Te ofrezco acometer con soltura
la peligrosa aventura
de conquistarte.
Te ofrezco adoptar tu fe
y tenerte fe contra toda duda,
vencer la mentira
y abolir la amargura.
Te ofrezco la incómoda premura
de mi sangre
y mi inagotable hambre
de intentar perpetuarme
en una tenaz urgencia
por hacer vivencias
los más locos sueños
de pertenecerte y ser tu dueño
y forjar la grandeza
de ser el merecedor
de tus promesas.

17 febrero, 2006

Decir más elocuente

¿Qué decir más elocuente
que simplemente
te amo?
¿Cómo decir más claro
que tomar tu mano
sin darnos cuenta
que los dedos
como cuentas de un rosario
rechazan los calvarios
y se enredan gozosos?
Si las palabras sobran
cuando siempre nos unieron
y eso que los hados quisieron
que nos hablemos tanto,
si todos los espantos
fueron conjurados con el deseo,
y los quiero y no quiero
ahora son todos mañanas.
Acaso en las hazañas
que sueñan nuestro sueños
y en las suaves caricias
y en los forcejeos
de nuestro maratónico sexo
exista ya un nexo
mejor y más fuerte
para hacer diferente
el destino que tantos años
ensombrecía el porvenir.
Que quiso el devenir
y los milagros
a vos y a mí juntarnos.
Y poco importa si antes
tanto hablamos
si ahora nos comprendemos
en silencio.

14 febrero, 2006

Hace muchos días

Hace muchos días
que estoy enamorado
y que despreocupado
transito por el mundo
y que ni un solo segundo
me olvido de mi amada.
Hace muchos días
que soy feliz de alma
y un día de festejo
es poco más que nada
ante todos los desvelos
por mantenerte enamorada.
Hace muchos días
que una enorme alegría
siempre me acompaña,
que con tus miradas
mis desvelos
alzan vuelo
y se van
con su melancolía.
Hace muchos días
que mi triste vida
ya no es mía
sino de mi pasado.

13 febrero, 2006

Bello destino

Bello destino forjamos
y ahora juntos
vamos con buen rumbo
y mejores vientos.
Que no nos falle el aliento
para conseguir los sueños
y que los desaciertos
sean menores.
Bello destino forjamos
y mientras admiramos la luna
mis manos en tu cintura
y tus brazos en mis hombros
la hacen brillar de asombro
y de algo de envidia.
Bello destino el querido
por nosotros
y hagamos de lo sufrido
antaño
por tanta dicha vivida
un cuento que con los años
pronto se olvida.

10 febrero, 2006

Tu piel, tus ojos

Tu piel, tus ojos,
tu cintura.
Todo, todo
me lleva a la locura
del deseo.
Y no puedo
pensar en otra cosa
que en tu cuerpo,
cálido aposento
tan salvaje como amable.
Y sería imperdonable
que en un descuido
pueda perderlo
y volver a lo que he sido:
un hombre medio muerto
con su corazón herido
que apenas sus latidos
le hablaban de estar vivo.
Tu piel, tus ojos,
tu locura.
Todo, todo
me ata a tu cintura.
Y no quiero otra aventura
más que la hermosura
de saberte mía.

08 febrero, 2006

Poema para Bettina XIV

Te haré dormir en mis brazos
y mis dedos serán tu arrullo
que es mi orgullo
que con mis caricias
se hagan trizas
tus tristezas.
En noches como estas,
en las que no íbamos a encontrarnos
pero que el potente influjo
del amor se da el lujo
de trastocar nuestros planes,
se alimentan mis afanes
con todas las bondades
de tu cuerpo tibio.
Te haré dormir en mis brazos
con música de besos
y como torpe rezo
mañana antes de despertar
del todo
agradeceré el modo
que tu Dios eligió
ante mi mostrarse.

Mi vida es poesía

Mi vida es poesía
desde que te encontré un día
navegando.
No es ya tragedia
ni comedia,
mi vida es poesía
y es romance.
Y ojalá alcancen
las bellas palabras
para asirme de tus alas
sin lastimarlas.
Y contagiado
del espíritu liberto
de un corazón muerto
que huyó del yugo
de la amargura
y el alma antes dura
hoy tan sensible
que se rinde al sublime
esplendor de tu alma,
sé que no acaban
aquí los milagros
que los raros
y caprichosos hados
del destino
me han impuesto.
Y bien dispuesto
me entrego a la tarea
de traer a la firme tierra
el futuro del incierto
país de los sueños.
Yo no quiero
más que hacer verdades
mis quimeras
y realidades
todas mis promesas.

Sé que mis sueños

Sé que mis sueños
no son para cualquiera,
que la vida entera
de alguna manera
es mucho tiempo
para que el aliento
del amor perdure.
Pero si el perfume
de tu piel
me dice lo mismo
que el fiel
corazón que te sostiene
y que contiene
el incómodo sentimiento,
que aún sin juramentos
te ata a mis días.
Yo sé que tu presente
se resiste a ser mañanas
y que tu mente
lucha con tu alma.
Que de algún modo misterioso
te parece peligroso
mi afán de enamorarte,
pero el distante
futuro que te inquieta
para mí es la meta
perseguida
y que no veo tan remota.
Si mi amor es poca cosa
o mis ganas tan ansiosas
que tanto te asustan,
creéme cuando digo
que tenaz porfío
por hacer de mi fantasía
la más digna
razón para conquistarte.
Y el gran arte
de hacer eternidades
empieza siempre
con anhelantes
confusiones,
que quizás luego
sean bastiones
ante la desesperanza.
Y si ahora no alcanza
nuestra sabiduría
para prever la alegría
venidera,
de igual manera
me entrego al destino
de intentar ser tus caminos,
tus metas y tus verdades
y que las soledades
sean monstruos extintos.

Ocaso

En el crepúsculo quedo
la inquietud de mis dedos
rompe la monotonía
del ocaso.
Que la cruel agonía
de no tenerte en mis brazos
deja a mis manos desnudas
e inútiles,
con fútiles dudas
y la tonta premura
de sentir tu tacto.
Por eso es que tanto
quiero tenerte a mi lado
y loco me escapo
de mis soledades.
Y tu recuerdo invade,
persuasivo, mi mente
en una urgente
agonía.
No te vayas de mí,
querida,
en este ocaso
que el sentido de mi vida
es eternizar mis días
en tu regazo.

06 febrero, 2006

Persigo

Persigo mi utopía
con la porfía
de un loco
y en cada quebranto
muero un poco,
que el espanto
de un nuevo mar de dudas
a mis profundas
ansias niegan,
a todo ciegas
excepto tu presencia.
Persigo tu amor,
incansable
y tu alma que se me evade
justo después de entregarse
no hace nada fáciles
mis empeños.
Que quiero ser el dueño
de un espíritu incontratable
que se muestra
y que se esconde
y que a veces no sé dónde
debo buscarlo.
Persigo mis sueños,
que soñarlos
es lo que todos éstos años
me mantuvo vivo.
Por eso los persigo.
Y a sol y sombra mi camino
me llevará contigo
hasta encontrarte.

03 febrero, 2006

Vagos pensamientos nocturnos

La noche siempre invita
al pensamiento
Y en este preciso momento
de mi vida
brillan más las estrellas
y sus inasibles promesas
me dan en vela.
Es como un canto de sirena
pero que no enloquece,
es lo que acontece
cuando el alma se enamora
y consigue al fin el amor
del alma de sus sueños.
Los frescos aromas
del verano
me tienden la mano
para llevarme al paraíso.
Y yo que nunca fui sumiso
hoy voy de las narices
hacia donde me lleven mis hados.
Pero esto siempre y cuando
quieran llevarme
al mejor de los destinos
que pueda imaginarme
que es sino inigualable
de estar juntos.

02 febrero, 2006

En el caos de tus sábanas

Alguna vez te advertí
de que te escaparas de mí
y de mis ansias.
Muy antes aún podías intentarlo,
pero es tarde para lograrlo
ahora que te has enamorado.
No te dejaré huir
y que tiñas de gris
mis ilusiones.
Que me aguarda un porvenir
de conquista permanente
y de cuerpo, alma y mente
me abocaré a ello
en busca del destello
de tu piel en llamas.
Escapáte de mí
te decía sin mucha gana,
pero ahora lo que quiero
es que entierres tus miedos
en el caos de tus sábanas
cuando después de una noche mágica
duermas muy cansada
conmigo tan abrazada
que ya no puedas soltarte.
Y de hoy en adelante
ya no habrá advertencias,
solamente la urgencia
por en tu vida eternizarme.

Ambos

Ambos pedimos siempre
más de la vida
que es como una pendiente
en perpetua subida
sin otro descanso que
de vez en cuando
mecerse en los sueños.
Ambos somos inmisericordes
con la duda,
o es una historia que perdura
o se abandona todo esfuerzo.
Y acaso sea por eso
y tantas otras cosas
que mis prosas
se hicieron versos
para darte la bienvenida.
Ambos con el alma aterida
nos dimos calor y guarida,
luego el insensato amor
le dió cabida
a más insensatos anhelos.
Ambos ponemos
blanco sobre negro
y tal vez coincidimos en todo
excepto en nuestros tiempos.
Espero ahora
que sincronicemos los relojes
y que ya no te enojes
por mi prisa
y que a mí no me parezca
que deba esperarte tanto,
que el encanto
hechice al tiempo
y que el crecimiento
del amor sea constante.
No quiero ser un visitante
que te admire
y luego siga solo mi camino,
prefiero el presunto
y difícil destino
de vivir la vida juntos.

01 febrero, 2006

Ya al principio

Ya al principio
te prometí mi vida
y recuerdo claramente
que no la querías.
Tal vez hoy
que es otro el temple,
que lo urgente
cedió paso a los sueños,
los proyectos
y una vida juntos,
sea diferente.
Mi corazón oscuro
se rindió al seguro
afán de enamorarte
porque encontrarte,
casi sin quererlo,
ya sin buscarte
fue el milagro más puro
que a mi absurdo
descreimiento
echó por tierra.
Mi alma aprendió a ser tuya
de un modo tan extraño
después de tantos años
de estar desierta.
Tanto tiempo de vivir
como muerta
la hicieron atenta
al tímido asomo
de tu alma
que con asombro
se encontró de golpe
descubierta y admirada,
sorpresivamente amada
y más tarde rendida
a la conquista.
Aprendí a pensarme tuyo
para siempre
y para siempre
quiero saberte mía.