17 febrero, 2006

Decir más elocuente

¿Qué decir más elocuente
que simplemente
te amo?
¿Cómo decir más claro
que tomar tu mano
sin darnos cuenta
que los dedos
como cuentas de un rosario
rechazan los calvarios
y se enredan gozosos?
Si las palabras sobran
cuando siempre nos unieron
y eso que los hados quisieron
que nos hablemos tanto,
si todos los espantos
fueron conjurados con el deseo,
y los quiero y no quiero
ahora son todos mañanas.
Acaso en las hazañas
que sueñan nuestro sueños
y en las suaves caricias
y en los forcejeos
de nuestro maratónico sexo
exista ya un nexo
mejor y más fuerte
para hacer diferente
el destino que tantos años
ensombrecía el porvenir.
Que quiso el devenir
y los milagros
a vos y a mí juntarnos.
Y poco importa si antes
tanto hablamos
si ahora nos comprendemos
en silencio.