31 diciembre, 2006

Sinceramente

Sinceramente
creo que mi elocuente
silencio dice tanto
y las delicias
antes dichas
hoy en caricias
se hacen día a día.
Y no son éstas excusas
porque las reclusas
palabras
no se dibujan en poemas.
Y tampoco las penas
que ya no son
me eximen,
pero creo que mi silente
poesía
no es disímil
y los hondos versos
son tan bellos
(si alguna vez lo han sido)
como los besos
que te prodigo
a cada instante.
Musa,
ya no eres distante
y habitas hoy conmigo.
Y cada suspiro
que me arranca
tu pecosa cara
es un prodigio
de poesía.
Es mi voz que clama
que tantos versos
no valen una sola mirada
de tus ojos que te muestran
tan enamorada.

23 diciembre, 2006

Adicciones

Me hice adicto
a vos y a tus pecas
y como un raro convicto
paso mi condena
más feliz que nunca.
Me hice adicto
a vos y a tu boca
de muñeca
e invento tretas
para besarla siempre.
Y sos como una serpiente
que encanta a su presa
para mi sorpresa
yo, que fui cazador furtivo.
Me hice adicto
a vos y a tus venas como ríos
de sangre que quiero
para mi progenie.
Me hice adicto
a vos en una especie
de sueño en duermevela.
Y por mi adicción
pago la bella condena
de estar indeciso
entre si sentirme muy vivo
toda mi vida
entre tus brazos
o hacerme inmortal
en tu regazo.
Me hice adicto
a vos,
a vos,
y a tu milagro.

12 diciembre, 2006

Ahora

Ahora que ya no tengo
que esperar
cosas de la vida
como por milagro.
Ahora que ya no tengo
que implorar
a los dioses unos magros
alientos de alegría.
Ahora que los días
son todos iguales,
pero llenos de sorpresas
y de maravillas.
Ahora que las risas
me envuelven con tu rostro.
Ahora que tus ojos
son mi norte y son mi guía.
Ahora todo es nuevo,
ahora el lucero
tiene tu nombre
y tu presencia.
Ahora que la ausencia
es sólo un recuerdo.
Ahora que los vientos
huelen a vos
y vos a flores.
Ahora que los mejores
tiempos son ahora
y es tiempo de promesas.
Ahora que la mesa
está servida
quiero, mi vida
decirte que te amo.

04 diciembre, 2006

Ronronea la pantera

Ronronea la pantera
y la bestia
olvida su fiereza,
deja su destreza
única del crimen
y ama.
Ronronea la pantera
y por donde quiera
la dulzura la persigue
y la antecede.
Es que su bondad sucede
de improviso
y es su compromiso
amar y ser amada.
Ronronea la pantera
y sus terribles garras
ahora acarician
y es en las caricias
donde mejor se expresa.
Y su presa ya no tiembla
porque ríe de alegría.
Ronronea la pantera
y yo paso orgulloso
indemne por sus garras.