28 febrero, 2006

La cuenta de los días

Dejá de consultar el almanaque
que la cuenta de los días
se equivoca,
que el tiempo es porfía
que a veces transcurre queda
y luego se desboca.
Dejá atrás las dudas
que el roce de mi boca
a lo largo de tu cuerpo
es el único instrumento
que mensura la locura
que se impone y enamora.
Dejá atrás las dilaciones,
sumergite en las emociones
del deseo,
que el deshielo
de tu alma es el tiempo
y su cuenta ya no importa.
Dejá los miedos tan lejos
que ya no puedas verlos.
Dale, que aquí estoy
y te espero.