10 septiembre, 2005

Cuando nos encontremos

Acaso no sepa que decir,
acaso no haga falta
pronunciar palabras.
Tal vez basten
las miradas
para ver tu alma
y mi alma.
Puede ser también
una charla casual
como de gente al pasar.
Puede suceder
que no suceda bada,
o la magia triunfar
sobre la desesperanza.
De cualquier manera
tengo ganas,
quiero verte un día
(menjor mañana).
Si existen tantas dudas
lo mejor es despejarlas
que la vida ya
es bastante extraña
para encima complicarla
con miedos tan difusos
como fantasmas.