10 septiembre, 2005

Pantera

El tibio perfume
de tu alma
asoma inmune
entre filosas palabras.
Honduras y esperanzas
apenas ocultas
en tenues reproches
de noches tras noches
de charla.
Y promesas de entrega
y de dulzura
cuando me desangro
entre tus garras.
Cruel pantera
que ronroneas y asesinas
de igual manera,
con las mismas ganas.
Pero si es preciso
pagar con sangre
y con heridas
el privilegio de abrazarte,
acepto el precio gustoso
y en ofrenda
te doy mi vida.