10 septiembre, 2005

Poema casi sincero

No busco en vos promesas,
sos muy pájaro para pedir
que te quedes quieta.
¿Y por qué pensar
que yo pueda
ser tu amor eterno?
Tuyo solamente quiero
horas eternas de charla,
el placer de tu mirada
y jugar con mis dedos
enredando tu pelo.
Pero no soy tan etéreo,
tengo bastante sustancia
y la arrogancia de poeta.
Quiero conocerte inquieta,
para luego de arder
en tu fuego,
descansar en tu almohada.
No necesito enamorarte
para disfrutarte,
no es cuestión
de vida o muerte
para desear la suerte
de tu abrazo.
Pero el tiempo que es tirano
y acaso también escaso
me hace soñar
que en mi ocaso
aún te tenga.
No te alarmes por esos
absurdos sueños,
no quiero ser tu dueño,
sólo quiero merecerte.