22 septiembre, 2005

Sueño

Me acompaña tu perfume
al reino de los sueños
y mi alma se abandona
al murmullo cantarino
de tus senos
luego de haber
explorado tu cuerpo
con tanto esmero.
Rendido duermo
sumergido en tu pelo
y cuando no estamos juntos
me acomete el desvelo
pero la furia de tu gozo,
el fuego de tus besos
me acurrucan dulces
en tu blanco cuello.
Dormir y sólo dormir
yo quiero
despoblado de sueños
que las maravillas,
contigo,
las vivo despierto.