28 septiembre, 2005

El cenicero

Compartimos en la cama
el mismo cenicero
y los cigarrillos
dulces en la boca
nos evocan
las delicias de los cuerpos.
Fumamos satisfechos
juntando ganas
y más ganas.
cada vez que
tragamos humo
la calma se consume
y en le aire hay un perfume
que anuncia más tormenta.
El cenicero
en el medio de la cama
es todo lo que separa
nuestros sexos.
Son dos minutos y medio
de descanso y de deseo
en el festejo del encuentro.