13 noviembre, 2005

Parto largo y tormentoso

Tantas promesas,
tantos juramentos
debieran pronunciar mis labios.
Tanto presagio funesto
y tanta pesadilla
debo remontar
y extirpar de tu piel
como astillas.
Tantos malos recuerdos,
que ni loco ni cuerdo
enfrentaría tal empresa
si mi alma no fuera presa
del terror a tu olvido.
Tal vez nunca te he merecido
y en eso coincido
con tus pensamientos,
pero tus dudas
sobre mis sentimientos
no las comparto.
Y sé que será un parto
largo y tormentoso
volver a arribar a tus brazos
y ser recibido con alborozo.
Pero, como siempre,
estoy dispuesto a recorrer
el calvario que fuera necesario
para tocar tu corazón
de un modo bueno.
Que poco importa si el suelo
bajo mis pies trepida,
siempre y cuando mi vida
pueda vivirla al lado tuyo.
Y entre tantas alegrías
descubras sorprendida
un día que estás enamorada.