26 noviembre, 2005

El Beso

Siempre debiéramos pensar
bien en los besos que damos,
porque no son bocas que se tocan,
ni sólo labios que regalamos.
El beso no es inconsciente
aunque en él nos perdamos.
No es un ente abstracto.
El beso, en el mejor de los casos,
es un ángel revelado,
es el alma que se muestra
a través de nuestra carne.
El beso es un alarde
grandilocuente de la dicha.
El beso, tan poca cosa,
un acto tan efímero
que puede sellar eternidades.
El beso es un estreno
diariamente repetido.
Y si bien siempre es el mismo
no hay uno igual al otro.
El beso de mi ser absorto
se hunde en tu boca
y navega por tus mejillas.
Pero mi mejor beso
es el beso que besa la maravilla
de mi amor hecha mujer
que casi sin querer
le dio sentido a mi vida.