19 noviembre, 2005

Castillo de sueños

Iré tranquilo y despacio
por el arduo camino
del bosque encantado.
Iré bien protegido
por hechizos de magos
contra los atroces males
del tiempo de tantos daños.
Sortearé los peligros
y las tribulaciones,
venceré todas las tentaciones
de ser cobarde.
Dejaré la espada
a un costado, olvidada
y me enfrentaré al guardián
en su guarida.
Y curaré todas sus heridas
sufridas en viejas guerras.
Venceré al dragón que te cuida
con la fuerza suprema
de mis rimas
en singular duelo de poemas,
que es más fuerte la poesía
que las armas o las penas.
Y una vez enfrente tuyo
te daré un discurso
de historias de búsqueda
y de encuentros.
Así iré a tus adentros
para rescatarte de vos misma
y del olvido
que sos una mujer bella
y que siempre lo has sido.
Que se entierre todo lo sufrido
y lo tan triste vivido
que sea abandonado.
Que cuando seas libre
de la prisión del desengaño,
habitarás todos tus años
junto a mí entre alegrías
en lo que fue un día
un lugar de hierro
y que al vencer el amor
los miedos
y quedar como señor y dueño,
se transformó por siempre
en un castillo de sueños.