17 noviembre, 2005

La mujer que amo

La mujer que amo
es mi sol, mi musa,
mi hoy y mi futuro.
Y pese a lo imperfecto
del presente,
yo le prometo y le auguro
el mejor y más feliz
e intenso porvenir
que pueda imaginarse.

La mujer que amo
tiene luz propia
y hace del sol mero decorado,
porque estoy tan enamorado
que no preciso
que el sol bendito
salga todos los días,
siempre y cuando mis noches
las pase junto a ella.

La mujer que amo
roba a las estrellas
su fulgor
y de corazón me lo regala
entre gritos y suspiros
derramados en su cama.

La mujer que amo
tiene miedo
que entre palabras y promesas
un día yo me vaya.
Ella no sabe que no puedo
y que no quiero
otra cosa de la vida
que el sentimiento duradero
y urgente
de amarla para siempre
con fervor y con sigilo
por los siglos de los siglos.