01 noviembre, 2005

Poema para Bettina IX

Tu llanto fue lo que hizo quedarme
cuando dudé de ello.
Tu llanto fue más elocuente que mis versos
que parecieron monstruos contrahechos
al lado de tus lágrimas.
Y es por esas lágrimas
y por tu cálido cariño
que a veces lloro como un niño
al que se le muere un sueño.
Pero son temores tan difusos,
miedos tan confusos
que siempre intento apagarlos
para que tus bellos ojos no los vean
y confundidos crean
que es desamor más que locura.
Tenés cada herramienta necesaria
para hacer de mí un mejor hombre.
Y como me gustaría estar a tu altura
para no solo admirar tu hermosura,
sino también alimentarla.