25 noviembre, 2006

Un impaciente modo

Siento cada momento
como único
y así el tiempo
que parece disgregado
es en realidad contínuo.
Estos meses
como ningunos
han hecho coherente
mi vida.
Y lo que fue
un durar indiferente
es hoy un feroz
propósito
de mi corazón
que como un amo despótico
le impone a mis días.
Quiero de nosotros
absolutamente todo
y de algún impaciente modo
sé que lo conseguiremos.
Que la rutina
se enciende con el fuego
del deseo
y el deseo se sostiene
con un torrente de caricias.