08 octubre, 2006

Suspiro imperceptible

Tantas veces
ardí en tus brazos,
y me muero de frío.
Y tu cálido regazo
ayer abrigo
de felices sueños
hoy es un suelo
yermo y desapacible.
Tantas veces lo imposible
fue milagro cotidiano
y hoy lo cotidiano
es aburrido.
Fueron mares
y hoy son ríos
que se secan.
Fue portento
y hoy son muecas.
Dónde ayer hubo sonrisas
hoy es marcha a toda prisa
al cercano precipicio.
Y se interna en el hospicio
del olvido
imperdonable.
Ayer todo fue amable
y todo aventura,
hoy la amargura
se come al amor
con tanto esmero,
que el candor
parece un recuerdo
extraño y tan ajeno
que es incomprensible.
Acaso sea el final
más horrible,
y lo que empezó eterno
se termine
en un suspiro imperceptible.