23 octubre, 2006

Tu casa

Tu casa
que ahora es nuestra
ya muestra
nuestras huellas.
Los muebles
y las estrellas
de a poco tiñen
los ambientes
y los miles
de rincones
como flores
en primavera.

Tu casa,
la postrera
sede de un fracaso
es hoy
en nuestro abrazo
una enciclopedia
de promesas.
E ilumina la mesa
otrora tan vacía,
tan llena de melancolía,
una luz nueva.

Y tu cama
que durmió entre lágrimas
está ahora
coronada
de cosas nuevas.

Tu casa
que ahora es nuestra
ya nos muestra
el camino.
Y todo el recorrido
de nuestras soledades
adquiere hoy sentido
con los sueños compartidos
y las eternidades
que se esbozan.

Tu casa,
nuestra casa
tan hermosa,
nuestro hogar
y nuestro sitio.