26 abril, 2006

No sé por qué

No sé por qué
te extraño tanto,
si tan poco falta
para recibir tus encantos
en una fiesta interminable.
Y que nunca más se hable
de un viaje tan largo
que hace tan amargo
el paso de los días.
No sé por qué
te extraño tanto,
si ya preparo tu bienvenida
con mi mejor talante
y mi mejor sonrisa.
Mi alma errabunda y perdida
transita por la vida
buscándote entre la gente
que mira indiferente
como si no viera nada.
No sé por qué
te extraño tanto,
si ya deformé tu almohada
de dormir a ella abrazado.
Ya me siento muy cansado
de esta soledad
cuando mi amor de verdad
está a punto de llegar
en cualquier momento.
No sé por qué
te extraño tanto
ni por qué tan cruel tormento,
pero mi corazón abierto
necesita de tu abrigo.
Espero que tu recorrido
de ahora en más sea breve
y por más que llueva o truene
vengas a mis brazos
y allí te quedes
por los siglos de los siglos.