14 abril, 2006

Con los besos de tu bienvenida

Acaso te asuste si te digo
que sin vos
nada tiene sentido,
pero es cierto.
En el transcurso lento
de la monotonía me demoro
cuando no tengo el tesoro
de tu amor entre mis manos.
La corriente del mundo
va a contramano
y soy un desterrado
de la alegría.
Tu presencia en mi vida
es el único camino
que feliz transito.
Te necesito
para nada menos
que estar vivo
y mi cometido ahora
es añorarte.
Espero que esperarte
sea leve
y que el tiempo lleve
prisa.
Y que las horas sumisas
a mis sueños
se aceleren
para que tu regreso
sea pronto
y la melancolía
de mis pobres días
desaparezca con los besos
de tu bienvenida.