10 abril, 2006

Veinte días

Veinte mañanas
en espera de tus besos.
Veinte mañanas preso
de la expectativa
de tu regreso
y del suspenso
de la vida.
Porque en la lejanía
tus labios son del viento
y a mi aliento
le faltarán el alimento
de tus ojos.
Veinte días de despojos
y de llanto contenido
por tu querido
cuerpo a la distancia.
Veinte días de fragancias
como única presencia
y como único testigo
de tiempos idos
y del desespero de mis ansias.
Veinte mañanas
y veinte ocasos
en el destierro de tu abrazo
será mucho tiempo
sin alegrías.