24 marzo, 2006

Imperdonable

Perdonáme si mis intentos
son en vano
y que lucho y me desangro
por ocultar mi lado humano.
Perdonáme si el desgarro
que me parte
también te duele.
Perdonáme si mi arte
de esconder lo evidente
deja escapar el siguiente
terror de mi alma.
Perdonáme si mis manos
te lastiman
y te hieren mis palabras.
Perdonáme lo que sufro
y tan caro te lo cobro.
Perdonáme que ahora corro
una carrera a la locura.
Y tu hermosa cintura
y tu pecho y tu boca
que tanto evocan
tantas sonrisas
ahora me dan miedo.
Perdonáme pero quiebro
el equilibrio
y mi esperanza se pierde
en la melancolía.