30 noviembre, 2005

Perdonáme

Perdonáme,
pero a veces te uso
como escudo,
como castillo inexpugnable
dónde desnudo
de miedos y pesares
puedo refugiarme.
Perdonáme,
pero tu cariño
me acuna tanto
que junto los pedazos
de mi alma
y vuelvo a armarla
para estar contigo.
Perodonáme,
pero tu amor
me da la fuerza
y la certeza
pare proseguir mi lucha.
Perdonáme
si te cargo de razones
para preocuparte
y no quiero cargarte
con mis dudas,
pero tu presencia me ayuda
a seguir con vida.