18 octubre, 2005

Perdoname

Perdoname por no darte siempre
lo mejor de mí.
Perdoname por ser tan infantil
al creer que no te das cuenta
de la batalla cruenta
que libro día a día.
Perdoname por ser tan egoísta
cuando callo
todos mis problemas,
pero no sé como contarte
de mis idas y vueltas
cuando muy resuelta
me decís de tus dudas.
Perdoname por no querer perderte
y por ése afán
no poder darte más que tristezas.
Perdoname la ligereza
con la cual me desentiendo
de tus ruegos de tiempo
y de menos compromiso,
es que yo preciso
tu presencia siempre,
pero por sobre todo
cuando ando entre serpientes
por senderos negros.
Perdoname los agujeros
que escarbo en tu alma,
pero creo en un mañana
mejor y diferente.
Perdoname si parezco ausente,
pero mi vida urgente
a veces me reclama.
Perdoname si tu cuerpo me rechaza
que a mí también me duele.
Perdoname que te ame
y te reclame
el mismo sentimiento.
Perdoname si yo siento
que podemos ser felices
y que éstos días tristes
se olvidarán mañana.