18 octubre, 2005

Una noche para el recuerdo

Una noche más contigo
y el paso del tiempo
sigue en su capricho
de demorar las soledades
y ser fugaz en el encuentro.
Una noche de promesas
escritas en el cuerpo,
de manos que recorren
y de bocas que encienden
tormentos y hogueras.
El mundo no existe fuera
del límite de las sábanas,
la noche y luego la mañana
son silencio
fuera de tus gritos
y del rítmico golpeteo
de nuestros sexos.
Otra noche para el recuerdo,
para atesorar en la memoria
de los placeres del cuerpo.