09 octubre, 2005

Palabras prohibidas

A veces se me hace difícil
hablar con vos a la distancia
deben ser las fragacias
de nuestros cuerpos
que no llegan a las narices.
Deben ser las miradas
que no miran nuestras almas
tan felices
de estar siempre tan cerca.
A veces se me hace imposible
transmitir la fuerza de mis besos
cuando hablo de amores
y vos pedís cariños,
cuando pienso en mañanas
y vos no sabés si estarás conmigo.
Comprendo que no siempre
podamos sentir lo mismo
o ver el futuro tan claro
o tan dañino.
Comprendo que tu camino
es más duro que el mío
y que mis torpezas
más te lo complican.
Pero me duele, mi vida,
cuando me sale una de mis tantas
palabras prohibidas
y suenan todas tus alarmas
y se cierra tu alma
y yo quedo afuera tiritando de frío.
El único antídoto
es un abrazo
mientras a los ojos te miro,
es un remanso
a tus miedos tan descreídos
y mi gozo te contagio
como la risa de un niño.
Acaso deba purgar culpas,
acaso nada tenga sentido,
pero mi amor es tan tenaz
y como siempre te persigo
que algún día alcanzaré
tu alma tan esquiva
y acaso se haga amor tu cariño
y mi amor fuera siempre contigo.