12 octubre, 2005

Perdón

Acaso deba pedir perdón
por ser tan feliz,
deba agradecer por un amor
que no quise, pero encontré.
Nunca nada es fácil
y lo que hoy es grácil
puede luego ser horrible
pero quién presigue
alguna vez logra su cometido
y las piedras del camino
pueden volverse flores.
Siempre las mejores intenciones
corren el peligro
de terminar en nada
y la vida es tan rauda
que nos quedamos varados
esperando un barco
que ya ha zarpado.
A veces las promesas incumplidas
se olvidan y las heridas
se cierran y se olvidan.
Pero quién me quita lo vivido
si contigo decido
seguir intentando
querer y ser querido
y andar nuestro camino
paso a paso.