13 agosto, 2006

Visiones

Entre la borrasca,
entre toda la hojarasca
te vi buena
y te vi blanca
en la oscuridad.
Y ya no pudo mi pesar
ser tan oscuro
y de los miedos, ninguno
pudo seguir eterno.
Te vi
y mis tristezas fueron
no tan tristes.
Te vi
cuando me dijiste
tan sólo una palabra,
que como un abracadabra
inapelable y poderoso,
bastó para espantar
de un soplo
a todos mis fantasmas.
Te vi
en el medio de la nada
como un todo.
Te vi
de un modo
vibrante y exquisito.
Y ahora que te he visto
y te he habitado
no quiero ir a otro lado
ni perderme el paisaje.
Te vi
con tu leve equipaje
de grandes sueños
de los que quise
ser protagonista.
Te vi
a simple vista,
te vi
con el alma
cuando tu luz clara
se derramó
sobre mi alma
y la vida me regaló
un milagro.