11 julio, 2006

Poemas sin palabras

Las flores del jarrón,
la cena y la televisión
vista juntos
tomados de la mano.
El placer mundano
sacralizado
cada noche
y cada mañana.
El derroche de caricias
y las delicias que prodigan
día a día
nuestros amores
son como rumores
de poemas musitados
que extraviados de las hojas
sueñan que las rojas
sangres nuestras
en un instante florezcan
y estallen de ganas.
No creas que las palabras
dichas casi al azar
siempre se pierden
y lo que en silencio crece
no dice nada.
Es que la musa amada
no sólo inspira rimas
y toda la vida
suele vestirse de poemas.
Que no te de pena
la ausencia de palabras,
que los versos
aunque dispersos
en la larga jornada
celebran como nada
la maravilla.