20 mayo, 2006

Otro poema de flores perdidas

Llega el invierno
con su carga de noches
de universo aterido.
El día es tan corto
y tan frío
que ya las golondrinas
hicieron su nido
en otro hemisferio
y un tiritante misterio
llenó su vacío.
Llega el invierno
con su carga de sueños
dormidos
y yo, plácido evoco
otro invierno hermoso
y helado.
Y con tan poco
calor en mis manos
me recuerdo tibio
a tu lado,
tan lleno de vida
cuando el camino dejamos
regado
de flores perdidas.