04 mayo, 2006

La verdad de tu vida

Hace mucho tiempo busco
la palabra perfecta,
las sílabas selectas
que te describan,
pero aunque escriba y escriba
todo el diccionario
aún no encuentro el vocablo
que se ajuste perfecto
al sonido oscuro y secreto
del nombre de tu alma.
Lo busco en tus ojos,
lo busco en tu cama
y me pierdo en las emociones
más bellas que he vivido.
Y junto a mis sentidos,
mi espíritu e pierde
en el gozo y la fiebre
de todos tus placeres.
Y cuando de lejos te medito
tanto y tanto necesito
tu presencia radiante
que ni por un instante
estoy más cerca del misterio.
Aún no sé cuáles son los colores
que entre alegrías y sinsabores
hay detrás de tus ojos.
Acaso cuando mi ser
se transforme en despojos
y ya no te acompañe.
Acaso cuando la vida
no me engañe
con sus distracciones
y todas las emociones
sean recuerdos.
Acaso cuando deje de ser cuerdo
y abrace la locura
y mis manos ausentes
ya no sientan tu cintura,
al fin halle en la muerte
la verdad de tu vida.
Y si es así mi destino
dictado por la caprichosa suerte,
juro que mi alma aún urgente
burlará las cadenas del infierno
para ir contigo al paraíso.
Que sé que Dios quiso
que siempre estemos juntos.