12 enero, 2006

La lujuria

La lujuria que nos abrasa
es un fuego que pasa
desapercibido
entre los hilos
del tramado de la vida.
Toda la pasión sentida
y todo el fuego
se hacen luego
juez y parte
de todo lo importante
de nuestra gloria.
La lujuria no está sola
y hay con ella amor
que se enseñora,
hay sueños,
hay días buenos
y mejores noches.
Hay derroches
de caricias,
hay sencillas
ganas de seguir
explorando los mañanas.
Y la curiosidad enorme
de ver si nuestros nombres
pueden ser sólo uno.
La lujuria es un adorno
bello y bueno del cariño.
Y es un hito del camino
que transitamos juntos.