19 diciembre, 2005

Derroche y desmesura

La premisas son pocas y claras:
debo callar mis esperanzas.
Y no las cumplo,
no puedo cumplirlas,
cuando en tu cuerpo
celebro día a día
el arte de estar vivo.
Debo callar ciertas palabras
y cuando vos abras
tu corazón
debo hacerme el distraído,
que el olvido
se lleva las promesas
a futuro
en tu crudo
vivir sin sueños.
Pese a toda
complicación y malabares
de los lugares
de entrada prohibida
y los amadas disfrazadas
de queridas
y los hoy en lugar
de mañanas.
Todas las semanas
se suman a la historia
y la memoria
se pierde en el tiempo,
que el viento
del amor sopla fuerte
en el urgente
encuentro de las almas.
Y la luz temprana
madruga el desenlace
y despierta los sentidos
del deseo dormido
por el cansancio de la noche.
Todo es derroche
y desmesura
prendido de tu corazón
y tu cintura,
mi musa, mi inspiración
y mi locura.