17 diciembre, 2005

Cuando estuve solo

Cuando estuve solo
y mordí el polvo
de la derrota.
Ahora ya casi no importa,
pero ha dejado huellas.
Y las estrellas
para mí ya no brillan tanto.
Cuando estuve solo
el quebranto
fue muy hondo,
que he tocado fondo
y apenas salí a flote.
Cuando estuve solo
ni las flores
me daban su perfume.
Y tan perdido
estuve
hasta un invierno
que dos palabras
contuvieron
mi corazón y mi cabeza.
Y entre la maleza
encontré el camino oculto,
que sepulto,
regresó a la vida.
Cuando estuve solo,
querida,
tuve la gracia
de encontrarte.