Tus blancas manos
En esta despedida
tus blancas manos
dibujan en la mesa
palabras que jamás
podrán ser traducidas.
Y cada una de mis
viejas heridas
ahora sangran.
Y aquí la magra
carne de la muerte
juega su más fuerte
as en la manga
y con fría saña
acomete.
Es por tentar la suerte
y tensar el hilo
más de lo debido
que ahora lloro.
Mi sola voluntad es nada
cuando cada
uno de mis miedos
te urgen a la huida
y ver tu partida
es mi ruina en pugna
ya que como ninguna
mujer me has enamorado.
Estoy de pronto desarmado
en medio de la guerra
y si por mí fuera
lucharía con los dientes
aunque pierda.
Yo que te prometí
un adiós silente,
parto con el espanto
de mi llanto
y mi alma muerta.
tus blancas manos
dibujan en la mesa
palabras que jamás
podrán ser traducidas.
Y cada una de mis
viejas heridas
ahora sangran.
Y aquí la magra
carne de la muerte
juega su más fuerte
as en la manga
y con fría saña
acomete.
Es por tentar la suerte
y tensar el hilo
más de lo debido
que ahora lloro.
Mi sola voluntad es nada
cuando cada
uno de mis miedos
te urgen a la huida
y ver tu partida
es mi ruina en pugna
ya que como ninguna
mujer me has enamorado.
Estoy de pronto desarmado
en medio de la guerra
y si por mí fuera
lucharía con los dientes
aunque pierda.
Yo que te prometí
un adiós silente,
parto con el espanto
de mi llanto
y mi alma muerta.
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