25 octubre, 2005

Poema contra el presente perpetuo

Ojalá que el hoy dure para siempre
y que nunca te vea indiferente
a mi cariño.
Ojalá que mi destino
fuera lo suficiente poderoso
como para atarte a mi mañana.
Ojalá que encuentre la artimaña
o la sabiduría necesaria
para colmar tus espectativas
y que no tema tu alma de niña
y que confíe tu mujer desconfiada.
Ojalá que las hadas estén ociosas
y que la magia no haga falta
cuando el sol que se levanta
a diario
se te antoje un solo día.
Ojalá no exijas portentos y milagros
para sentirte tan viva
y saberte enamorada.